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De sobra es sabido que en los orígenes de la humanidad, el ser humano vivía en las cavernas. Rápidamente empezó a relacionarse con su entorno y entre sí mismo. Y ahí fue cuando, perspicaz, comprendió que un humano, entendido como tal, es un animal político. El siguiente paso fue intuir que la política, entre una de sus principales características, destaca por ser un negocio. Una empresa familiar que, gracias a la política, forjó dinastías y reparto de poder entre los miembros del mismo núcleo.

Ha pasado en todas las épocas de la historia de la humanidad. Las relaciones familiares se convierten, también, en relaciones políticas. Parecía que España, en 2015, había cambiado ese concepto. Nada más lejos de la realidad. Cierto es que España, en aquellas elecciones municipales, rompía con el bipartidismo y abría el pastel político a otras dos formaciones, en apariencia, de nuevo cuño: Podemos y sus marcas blancas y Ciudadanos. Estos, con la complicidad de los medios de comunicación, se autoproclamaron ‘la nueva política’. Término con el que se intentaba disfrazar el negocio de siempre.

Alcorcón tampoco ha escapado a esta falacia de la nueva política y tiene el ejemplo de Alfonso Reina, el líder de Ciudadanos e hijo de Alfonso Reina Briasco, quien fuera candidato de la formación naranja a la Alcaldía de Majadahonda y hombre fuerte del partido a nivel regional. La versión madrileña de ‘Tú a Londres y yo a California’, pero sin el glamour hollywoodiense. Todos colocados y aquí paz y después gloria.

Reina Junior desembarcó en Alcorcón allá por 2015, aupando a David Pérez a la Alcaldía y, tras las reprobables declaraciones del alcalde Pérez sobre el feminismo, pasó a convertirse en enemigo público número 1 del todopoderoso regidor alcorconero. Desde entonces, el portavoz de Ciudadanos -Reina Junior- ha tenido en su mano echar a Pérez de la Alcaldía en una fracasada moción de censura que voló por los aires en el momento en el que el líder naranja -que no naranjito- se postuló como ‘alcaldable’ para sorpresa de los impulsores de la moción: véase Ganar Alcorcón y PSOE.

Poco más se recuerda de la acción política de un concejal -Reina Junior- que dirige el destino de Ciudadanos en Alcorcón y que percibe un sueldo público como representante de todos los alcorconeros. Salvo hacer el mono en una sesión plenaria y mediar en el conflicto entre dos trabajadores de ESMASA donde ha acabado siendo condenado uno de ellos por amenazas leves al otro, que curiosamente acusó a Reina junior de presionarle para no emprender las acciones legales que han terminado por darle la razón.

Un hecho que ha llevado a la Federación de Asociaciones de Personas con discapacidad Física y Orgánica de la Comunidad de Madrid (FAMMA-Cocemfe Madrid) ha pedir la dimisión de Alfonso Reina I de Alcorcón, al que acusa, como miembro del Consejo de Administración de ESMASA, de “interceder para tapar los delitos, en lugar de denunciar”. Acusación nada baladí y que certifica la amortización de Reina Junior como concejal de Ciudadanos en Alcorcón.