san isidro getafe

El Ayuntamiento de Getafe intenta tranquilizar a los padres del IES Puig Adam. Y es que, en la mañana de este lunes, muchos alumnos se han visto obligados a abandonar el centro ante el riesgo de existencia de amianto en el polideportivo San Isidro, próximo a la instalación, y que estos días está siendo demolido.

De hecho varios alumnos han relatado como profesores llevaban mascarillas mientras impartían las clases. En el caso de los estudiantes de Bachillerato, estos han podido salir del centro por propia iniciativa y tras darles el visto bueno los tutores. NO así los de 4º de la ESO, que han tenido que esperar, en muchos casos, a la llegada de sus progenitores.

Ante el nivel de alerta, el Gobierno local ha salido al paso asegurando que este lunes  «se han retirado las planchas de amianto de una galería adjunta a uno de los pabellones y que no representa ni el 1% de la obra». Todo ello después de que el fin de semana no pudieran realizarse los trabajos por las lluvias.

Fuentes municipales aseguran que durante  este lunes la Comunidad de Madrid, responsable de la autorización de estos trabajos, ha vuelto a revisar que se cumplían con las medidas de seguridad necesarias y que estos no suponían un riesgo para la salud. Y recuerdan que «la dirección del IES Puig Adam autorizó expresamente a través de un documento firmado que estos trabajos se pudieran realizar entre los días 3 y 6 de noviembre».

De esta manera, desde el Ejecutivo municipal llaman a la calma reafirmando que «los trabajos se están llevando a cabo garantizando en todo momento las condiciones de seguridad y salud tanto como para los trabajadores como para los vecinos y vecinas».

FALTA DE INFORMACIÓN

Tras los acontecimientos de hoy, este periódico ha podido saber que las clases de mañana martes y el miércoles continuarán con normalidad, después de que el centro haya comunicado a varios padres que han intentado informase que no existe peligro. A pesar de ello, muchos de estos padres y madres se quejan de la falta de información que ha podido poner en riesgo la seguridad y la salud de sus hijos apuntando directamente al Gobierno de Sara Hernández y el departamento de Urbanismo que dirige Jorge Juan Rodríguez Conejo.

Las obras de derribo del poli San Isidro empezaron a principios de octubre, pero el pasado 28 de septiembre, vecinos del barrio ya mostraban su preocupación por la posibilidad de la existencia de amianto en las instalaciones. Entonce pedían explicaciones sobre cómo podía repercutir a la salud este hecho, tal y como publicó Al Cabo de la Calle en su edición impresa. Un respuesta que este lunes se ha visto obligado a dar el Consistorio por la presión de los padres.