El problema de la suciedad en las calles de Getafe ya se ha convertido en motivo de conversación entre el vecindario ante la dejadez de la alcaldesa Sara Hernández para atajar este problema de insalubridad. Muchos ciudadanos ya expresan sus quejas abiertamente. Sin embargo, por el momento desde el Gobierno local no se toman las medidas acertadas para hacer frente a esta situación.

Mientras el ciudadano paga las consecuencias de una gestión ineficaz, el Ejecutivo de Sara Hernández da palos de ciego como por ejemplo con la privatización de los servicios de limpieza que llevaba a cabo la empresa pública (LYMA) en las galerías comerciales de la ciudad.

Sobre este asunto, el PP ha manifestado que “la privatización parcial de Lyma se ha urdido a escondidas, a espaldas de los trabajadores y con el silencio cómplice de Ciudadanos y de la marca blanca de Podemos, que una vez más se han posicionado al lado del Gobierno municipal”.

Sin embargo, los problemas del Gobierno local con la suciedad no sólo están en las calles. El próximo 30 de octubre el concejal del ramo, Ángel Muñoz González, tendrá que declarar en el juzgado como investigado por un presunto delito de falsedad documental.

Desde que los socialistas regresaron al Gobierno los escándalos se han reiterado en la empresa pública de limpieza. Uno de los puntos más negros de su gestión fue el despido de 26 trabajadores por el presunto uso fraudulento de facturas falsas.