huerta fuenlabreña

Los agricultores fuenlabreños cierran 2017 con nubarrones. Y no precisamente cargados de una lluvia que, a pesar de estos días, tampoco logra mitigar el sufrimiento que padecen. Las ventas siguen cayendo y los gastos aumentando. Así lo expone Ángel Gómez, presidente de la Comunidad de Regantes de Fuenlabrada. “La sequía es bastante seria. Hace falta que llueva y llueva mucho” apunta Gómez en este sentido.

Para más inri, las explotaciones de regadío son mayoría en la ciudad frente a las de secano. Sin embargo, estas últimas son las que mayores subvenciones se llevan tanto a nivel europeo como estatal. “Para regadío únicamente se subvenciona el gasóleo pero nosotros utilizamos energía eléctrica, con lo cual no sirve de nada”, se queja amargamente Gómez.

Además, la tarifa eléctrica que pagan los agricultores locales es urbana, con lo que el gasto para sacar agua de los pozos no deja de crecer. Y así, con estas inclemencias, Ángel Gómez augura un 2018 “igual o peor” que este año 2017.