El Ayuntamiento de Leganés se ha comprometido a instalar un nuevo vallado para garantizar la seguridad y evitar actos de vandalismo en las ruinas de la antigua Iglesia de San Pedro del parque regional de Polvoranca. Desde el Consistorio también se ha aprobado tomar en un futuro medidas para evitar un mayor deterioro de las ruinas y rehabilitar la zona.
Su estado actual puede provocar derrumbamientos en cualquier instante, tal como ha sucedido en las últimas décadas tras su desafectación por la Iglesia Católica. En esta parroquia se realizaban los servicios religiosos de los antiguos pobladores de la aldea de Polvoranca, cuya desaparición se produjo a mitad del siglo XIX, siendo anexionados sus terrenos por la villa de Leganés.
Sus pobladores abandonaron el lugar asolados por las enfermedades provocadas por diversas infecciones cuyo origen podría estar en la mala salubridad del agua de las tres lagunas del lugar (Mari Pascuala, Recomba y Sisones).
La iniciativa para mejorar uno de los vestigios más importantes de la ciudad ha sido de la concejala de Ganar Leganés, Beatriz Alonso, quien se ha quejado de que “no existan medidas de seguridad y mucha gente se sigue colando en las ruinas, lo que supone un peligro para esas personas”. Ésta edil también ha propuesto que se embellezca esta parcela municipal que rodea a las ruinas con plantas autóctonas.
Este año se cumple el 25 aniversario de la inauguración del parque de Polvoranca que sirvió para conectar el cauce de las tres lagunas y recuperar la fauna y flora del lugar. De esta forma nacía un pulmón verde del que se benefician los vecinos de Leganés, Alcorcón y Fuenlabrada.
Hace años el Ayuntamiento de Leganés logró recuperar el principal tesoro de las ruinas. Se trata del escudo de Polvoranca, ubicado en la desaparecida torre del lugar, y que ahora se encuentra en el patio del centro municipal de Las Dehesillas.
