Fuenla-Unicaja

Ya le pueden dar todas las vueltas que quieran al asunto. Nadie en su sano juicio hubiera imaginado que una vez transcurridas las tres primeras jornadas de la Liga Endesa el Montakit Fuenlabrada contaría por éxitos sus compromisos. Sobre todo porque enfrente han desfilado, por este orden, Bilbao Basket, Morabanc Andorra y Unicaja. Tres adversarios de postín que han acabado claudicando uno tras otro a manos de un colectivo sin complejos y que de la mano de Néstor ‘Che’ García ha perdido el miedo en las distancias cortas.

Números en mano, el ‘Fuenla’ está en disposición de firmar el mejor arranque de competición en sus 20 temporadas como equipo de la segunda mejor liga del mundo. De momento ya ha igualado la puesta en escena del curso 2009/10 y está a una sola victoria de alcanzar los cuatro triunfos de la campaña 2010/11, que hasta la fecha figura en la estadística como mejor estreno histórico. Podría conseguirlo este domingo ante el Baskonia (un triunfo y dos derrotas) que visita el Fernando Martín con las dudas metidas en el cuerpo.

El que ha despejado de un plumazo todas las incógnitas ha sido Christian Eyenga, que ha sabido meterse a la afición en el bolsillo a base de espectaculares vuelos sin motor en busca del aro contrario, pero también con su eficacia en el lanzamiento exterior o la agresividad de su defensa. La intachable hoja de servicios del congoleño exhibe unos promedios de 15,7 puntos y 16,7 créditos de valoración, pero tampoco le andan muy a la zaga las cifras de compañeros mucho menos vistosos pero tremendamente eficaces como O’Leary (12,7 puntos, 7,3 rebotes y 14,7 de valoración) o Pako Cruz (12,7 puntos y 12 de valoración). O Popovic (11 y 11,7 respectivamente).

La consecuencia de este brillante desempeño colectivo es que echar un vistazo a la tabla clasificatoria invita a frotarse los ojos. No en vano, el Montakit ocupa la quinta plaza con un balance idéntico al que presentan Real Madrid, Barcelona, Herbalife Gran Canaria y Barcelona. Ahí es nada.

En el seno del plantel se respira un disimulado entusiasmo, tal y como dejaba entrever Pako Cruz en declaraciones a Al Cabo de la Calle a la conclusión del exitoso duelo ante Unicaja. “No podemos estar mejor”, admitía, “pero lo que no queremos es creernos que somos el mejor equipo, sino estar concentrados y pensar desde ya en el Baskonia”.

El mexicano, autor de la postrera canasta que certificó el triunfo en Andorra, afirma que el incondicional respaldo de la hinchada fuenlabreña está teniendo mucho que ver en este fenomenal arranque de curso. “Lo suyo es increíble. Jugar aquí en Fuenlabrada es muy difícil para el rival. Si la afición está así con nosotros intimida a cualquiera y ojalá nos siga apoyando de esta manera”, subrayaba.

El otro factor diferencial estriba, desde su punto de vista, en Néstor García, “que tiene un buen plan de juego y es un entrenador muy positivo. Le agradecemos que sea así porque cuando hay un ambiente positivo todo sale de mejor manera”, recalcaba Cruz.

También está sobresaliendo Popovic, un referente en la cancha y un líder en el vestuario, que agregaba otra de las claves del éxito, la defensa. “Tenemos nuestras reglas, hay unos números que cumplir en cada partido y de momento lo estamos haciendo”, subrayaba. “Tenemos ya tres victorias y creemos que podemos seguir así porque tenemos un muy buen equipo”, afirmaba.

Eso sin desmerecer tampoco el factor cancha, otro de sus grandes aliados. “Estoy sin palabras para el apoyo de la afición. Es impresionante ver el pabellón así de lleno y estoy disfrutando cada segundo en la pista”, insistía el croata antes de aventurarse a prometer que “lo vamos a seguir dando todo en cada partido”.

Pero si alguien personifica el espíritu ganador del nuevo proyecto es el ‘Che’ García, cuyo vehemente carácter parece haber contagiado a sus jugadores sobre la cancha y al público en la grada. “Vine aquí para dedicarme al ciento por ciento al Fuenlabrada y es cierto que tengo una conexión especial con la gente”, reconocía el técnico argentino este domingo antes de ofrecer una nueva pincelada de su peculiar ideario: “Tengo muchísima fe en mi gente. Para mí ser competitivo es no tener miedo ni a ganar ni a perder. Los jugadores se han dado cuenta de que podemos jugar de tú a tú contra cualquier rival y lo que más me interesa ahora”, remachaba, “es que no perdamos la humildad y que sigamos trabajando igual porque después de 34 partidos la liga te acaba poniendo en tu sitio”.