El tablero político ha saltado por los aires en menos de una semana. Cinco millones de parados y una pandemia mediante, no han frenado el ansia de poder que engancha a nuestros políticos.

Del fracaso de Ciudadanos y PSOE en la moción de censura en Murcia, al arrojo de Ayuso, y el fin de Pablo Iglesias en el Gobierno de España. Órdago a chica del exvicepresidente, el cual deslizaba en su anuncio de combatir la Presidencia en Madrid, que Yolanda Díaz le relevará en la Vicepresidencia y en la candidatura de Podemos… ¿A qué? Pues o mucho me equivoco, o nos vamos a elecciones generales, en función de lo que ocurra el próximo 4 de mayo en Madrid.

A nadie se le escapa que el dinero de Europa no caerá del cielo. Al contrario del español, el europeo sí tiene dueño; viene con contraprestaciones; y Sánchez no tiene cara de asumir la que se nos viene encima, en forma de recortes. No al menos con semejante compañero de viaje. Hagan juego. Y apuesten siempre a la grande.