Más de un centenar de personas acudieron a la manifestación convocada por los trabajadores de la factoría de Tapón Spain en Leganés para protestar por la decisión de la empresa Can-Pack de cesar la actividad productiva en esta planta. Su cierre llevaría implícito el despido de los 46 empleados de la factoría.
Fuentes sindicales consultadas por Al Cabo de la Calle señalan que a partir del 15 de noviembre comenzaría el desmantelamiento de la empresa si no se alcanza una solución, un acuerdo bastante improbable, según algunos responsables políticos.
Esta compañía, denominada anteriormente Tapón Corona, comenzó su actividad en el municipio hace 55 años, concretamente en abril de 1963. Desde ese momento se ha dedicado a la fabricación de chapas y cierres para todo tipo de botellas y envases. El pasado año fabricó 3.800 millones de tapones en Leganés.
La dirección de la compañía ha justificado el cierre de la fábrica por motivos económicos y de productividad. Desde el comité de empresa aseguran que la compañía no tiene problemas económicos que le obliguen a tomar la decisión de optar por un despido colectivo. Aseguran que su intención es llevar la producción a factorías de la empresa en otros países.
