Anquela, durante un entrenamiento (foto: AD Alcorcón)

El despido de Juan Antonio Anquela como técnico del Alcorcón cuando tan solo se han cumplido las seis primeras jornadas de competición ha provocado un auténtico cisma entre el club alfarero y un nutrido sector de sus aficionados, encabezado por la Federación de Peñas, que han cargado duramente contra la entidad por su decisión de prescindir del entrenador jiennense.

El propio Anquela aireaba este lunes su profundo malestar al señalar en declaraciones a Onda Madrid que «no me echan de cualquier club, me echan de mi casa. No han ido de cara conmigo», denunciaba antes de indicar que «si no hay paciencia no se puede hacer nada. Hay jugadores que acaban de llegar y hay que dar tiempo al tiempo. En verano tuve otras ofertas importantes, pero me quedé aquí porque el corazón me traicionó y le hice caso», desvelaba.

El técnico andaluz subrayaba que «nunca me he quejado de nada, pero ahora me siento utilizado», admitía, entre otras cosas porque «salir del Alcorcón en 30 segundos que duró la conversación de mi despido, duele. Tengo la sensación de haber salido por la puerta de atrás de un club que he visto crecer desde que estaba en Tercera».

LA FEDERACIÓN DE PEÑAS PIDE LA DESTITUCIÓN DE EMILIO VEGA

El enfado de Anquela ha sido compartido por un mayoritario sector de la afición alfarera, que ha arremetido contra la entidad, y muy especialmente contra el directivo deportivo, Emilio Vega. Desde la Federación de Peñas han exigido incluso «su destitución inmediata. Después de encadenar dos fracasos consecutivos, creemos que no se encuentra en disposición de seguir trabajando para nuestro club», argumentaban a través de un comunicado.

El colectivo de aficionados recordaba que «siempre hemos tendido la mano al club, incluso cuando tomaba decisiones que no nos gustaban», pero tras lo acontecido este pasado fin de semana «entendemos que el club, al no escuchar a su masa social, sus peñas y su federación, ha roto unilateralmente las relaciones con éstas, asumiendo por nuestra parte lo que ello conlleva».

Las reacciones contrarias al despido de Anquela han sido especialmente prolíficas a través de las redes sociales, desde las que se están promoviendo diversas iniciativas para censurar el comportamiento del club.