La sala de Prensa del estadio de Santo Domingo ha albergado este miércoles la presentación oficial de Juan Antonio Anquela. El técnico linarense regresa a la que fue su casa y los recuerdos de su primera etapa han aflorado a lo largo de su comparecencia, en la que ha estado acompañado por el director deportivo de la entidad alfarera, Emilio Vega.

Vega  ha explicado que el nuevo responsable del banquillo amarillo «conoce la categoría, es un entrenador que tiene las ideas muy claras y además tiene la capacidad de transmitírselas al jugador muy rápido. Transmite una energía total desde el primer momento y encima conoce la casa y es una persona sumamente querida en Alcorcón», ha recordado.

Anquela ha remarcado que «no quiero ninguna excusa. Hay que pelear cada partido a muerte. Es la filosofía de este club Aquí hay que sufrir y vamos a sufrir hasta el final, pero estoy convencido de que vamos a sacar esto adelante».

Acerca de los motivos por los que aceptó la propuesta de la entidad alcorconera ha subrayado que «yo lo que quiero es trabajar y encimo vino mi equipo del alma. No hay más historia. Si hubiese sido otro equipo posiblemente no me lo hubiese planteado», por lo que «para mí ésta es una responsabilidad mayor que cualquier otro reto. Nos costó sangre sudor y lagrimas llevar a este equipo a donde está actualmente y eso hay que conservarlo».

«AL ALCORCÓN LE HAN PICADO VARIOS BICHOS Y LE HA VENIDO TODO AL REVÉS»

Su proverbial optimismo ha salido a relucir al indicar que «estamos convencidos de que lo vamos a conseguir» -en alusión a la permanencia- «porque el grupo a mí me lo dice. Hay cosas que se huelen y la gente tiene ganas y predisposición para sacar esto. Al Alcorcón le han picado varios bichos y le ha venido todo al revés, pero el equipo compite y el equipo está»

De hecho, ha insistido en su sensación de que «aquí todo son recuerdos positivos y esto va a ser bueno para todos. Estoy totalmente convencido de que vamos a sufrir mucho, pero al final vamos a conseguir lo que nos proponemos».

Respecto al perfil que desea para el colectivo, «quiero que sea un equipo duro, trabajador y con gente implicada. El Alcorcón es una familia y esa filosofía no la podemos perder nunca», ha dicho antes de admitir que «la situación es dramática, pero no valen los lamentos. Esto es muy largo y a la vez muy corto. Es una carrera de fondo en la que tenemos que ir poco a poco. Ellos me dicen que están convencidos y el entrenador lo que tiene que hacer es marcar el camino», ha sentenciado.