audiencia provincial madrid

P.M.T., acusado de degollar en agosto de 2017 a su compañera de piso en Alcorcón, ha pedido perdón a la familia de la víctima durante el juicio y ha culpado a «la cocaína» por ser la que le condujo a este crimen «lamentable» sin apenas conocer a la mujer que le había alquilado una habitación días antes.

La Audiencia Provincial de Madrid ha arrancado este lunes el juicio contra el acusado, a quien se le imputa un delito de asesinato. El fiscal pedía doce años de prisión, pero finalmente la pena ha quedado reducida a ocho años y nueve meses tras alcanzar un acuerdo entre las partes e incluir las atenuantes por confesión y reparación del daño al haber abonado 23.000 euros.

Tras el crimen, el acusado se puso una camiseta y se fue directo a la comisaría de la Policía Nacional, donde confesó el asesinato. Con las zapatillas ensangrentadas, alertó de que había matado a su compañera de piso de múltiples puñaladas. De ellas, le asestó tres mortales en el cuello, mandíbula y cabeza.

En su declaración, el hombre ha querido empezar dirigiéndose a los miembros del Jurado y a la familia de la asesinada para mostrar su arrepentimiento. «Pido perdón por lo que hice», ha recalcado tranquilo y pausado, indicando que no intentó limpiar la escena del crimen ni ocultar rastros.

El fiscal pedía doce años de prisión, pero finalmente la pena ha quedado reducida a ocho años y nueve meses tras alcanzar un acuerdo entre las partes

Además, ha contado que estaba bajo los efectos de las drogas y que aún no sabe por qué lo hizo. «Discutimos porque decía que le habían manipulado el bolso. Todavía me pregunto por qué lo hice», ha relatado confesando que quiso quitarse la vida pero no lo hizo por sus hijos. «Cuando se me fue quitando los efectos de la droga, fui a la comisaría. Nunca antes había hecho algo igual», ha apostillado.

En la exposición previa de los hechos, la abogada del acusado ha aseverado que su cliente era un padre de familia con dos hijos, «un ciudadano encomiable». Pero seguidamente la letrada Beatriz de Vicente ha manifestado que por culpa de «una de las lacras del Siglo XXI, la cocaína, pasó a ser un despojo humano».