Natalia_de Andres_juzgado_
Con gafas de sol, la portavoz del PSOE de Alcorcón, Natalia de Andrés, momentos antes de entrar en el Juzgado de lo Mercantil

La suerte está echada. ‘Alea Iacta Est’, que dijo el divino Julio César cuando en el siglo I antes de Cristo cruzó con sus legiones el Rubicón y daba por terminado el Primer Triunvirato al entrar en guerra contra uno de los cónsules de Roma: Pompeyo. La tradición latina le atribuye esta alocución a César que en el año 49 a.C. era gobernador de la Galia. El Rubicón marcaba el límite de su poder. Más allá de allí estaba la ciudad de las siete colinas, en poder de Cneo Pompeyo por reconocimiento expreso del Senado.

La noche del 11 al 12 de enero, César se detuvo un instante ante el Rubicón plagado por las dudas. Suyas y de sus generales. Entre ellos, Marco Antonio. La tensión entre Pompeyo y César estaba marcada por una estrecha línea, la que representaba el Rubicón. Cruzar el río significaba cometer una ilegalidad, convertirse en enemigo de la República y, en consecuencia, iniciar la guerra civil. César la cruzó definitivamente. Y el resto…Es historia.

Este martes Natalia de Andrés, portavoz del PSOE de Alcorcón, también cruzaba su particular Rubicón. Concretamente, la puerta del Juzgado de lo Mercantil número 6 de Madrid. Más allá de la puerta, la líder del PSOE alfarero se enfrentaba a cinco años de inhabilitación mercantil por la quiebra de EMGIASA cuando formaba parte del consejo, con mando en plaza, de la empresa municipal.

Unos años, 2009 y 2010, en los que presuntamente se habría aprobado unas cuentas en EMGIASA ruinosas para la empresa municipal y por ende para la ciudadanía de Alcorcón. Y todo por la construcción del CREAA, el proyecto faraónico del exalcalde Enrique Cascallana.

De aquellos polvos estos lodos, ya que la nefasta gestión de Natalia de Andrés en la empresa municipal la han estado pagando los alcorconeros todos estos años. Una deuda descomunal que se ha ido rebajando poco a poco, con mucho esfuerzo y sacrificio, especialmente de los vecinos, que deben recordar de dónde vienen y porque hoy la portavoz del PSOE, aspirante a ser alcaldesa, tiene que pisar los juzgados para deshonra del municipio.

De Andrés ha unido el destino del PSOE de Alcorcón al suyo propio. De lo que el Juzgado decida saldrá el futuro del partido. Por supuesto que la presunción de inocencia, derecho constitucional reconocido a todos y todas los españoles, va por delante, pero el criterio de la Fiscalía, hasta la fecha, es indudable y pone negro sobre blanco la capacidad de gestión de los socialistas locales. Y pese a que esa presunción de inocencia es indiscutible, ya se sabe que la mujer del César no solo tiene que serlo sino parecerlo, más si cabe cuando se habla de administradores de la cosa pública, como De Andrés.

Y así, en un acto de arrogancia y soberbia política, la líder del PSOE local no ha querido dar un paso a un lado para no perjudicar a las siglas. Esas que hoy, además de la credibilidad, han perdido la hegemonía en la izquierda, que ahora recae en Ganar Alcorcón. La suerte está echada, y si no es el Juzgado, serán las urnas dentro de un año.