Es imposible saber cuándo William Shakespeare terminó de escribir Hamlet. Los expertos tienen pactado que fue allá por 1601. Da igual, en verdad. Lo realmente importante es la tragedia que pasó a la posteridad, que ha llegado hasta nuestros días, llena de intrigas políticas, familiares y palaciegas. No solo un tratado literario sobre la venganza, el bien y el mal, lo divino y lo humano; va más allá de todo eso. Y especialmente relevante, el “Something is rotten in the state of Denmark”, de Marcelo, traducido como: “Algo huele a podrido en Dinamarca”.

Con ello se quiere expresar, o al menos es de uso común, que algo raro está pasando en un lugar concreto. Lo que nos trae a Alcorcón, una vez hecha esta breve introducción, a modo de prólogo. Lo podríamos traducir como: “Algo huele a podrido en la empresa de limpieza de Alcorcón”, y no porque el servicio se preste de aquella manera, que cada uno tendrá su opinión sobre este extremo, sino por los movimientos que están teniendo lugar en la compañía pública, a escasos meses del fin de la legislatura y las elecciones municipales.

Ya chirrió aquel acuerdo entre la Dirección y UGT, de «blindar el carácter público” de una empresa con más de 500 trabajadores. Y, recientemente, el comunicado del 26 de enero, anunciando la recuperación de la recogida de vidrio, “lo que supone una carga de trabajo para este servicio, con la que se asegura la estabilidad de la plantilla”.

Cabe recordar que en 2014 se cambio el modelo de recogida de vidrio, menos costoso para las arcas municipales y que no afectaba a los puestos de trabajo. Un hecho que motivó una huelga de basuras que, en 2018, el Tribunal Supremo calificó de “abusiva”, señalando expresamente al hoy presidente de ESMASA y líder de Unidas Podemos-Ganar Alcorcón, Jesús Santos.

ESMASA pretende revertir la recogida de vidrio que originó la “abusiva” huelga de basuras de 2014. Ante un cambio de Gobierno más que probable, solo pedimos a los salientes que faciliten la transición y dejen a un lado el cainismo

El mismo Santos que, a cuatro meses de las elecciones municipales, con la bocina del final de legislatura a punto de sonar, pretende volver al modelo anterior, que supondrá lógicamente aumentar los costes para el erario público. Y aquí surgen un sinfín de preguntas. ¿De verdad quieren proteger la plantilla de una amenaza inexistente, o es una cortina de humo para blindar los privilegios y marcar posiciones ante un más que posible cambio de Gobierno? ¿Está preparando Santos una oposición dura a un probable mandato de Antonio González Terol, como ya hiciera a David Pérez allá por 2014?

La legislatura 2019-2023 en ESMASA ha sido convulsa en lo laboral, especialmente para los trabajadores con discapacidad, que han denunciado unas purgas sistemáticas vencidas en los tribunales una tras otra. Y ahora nos encontramos estos acuerdos con UGT, donde se habla de “blindar”, más el comunicado de la recogida del vidrio. Sí, evidentemente, algo huele a podrido en el reino de la empresa de limpieza de Alcorcón, y si el cambio de Gobierno se produce, solo pedimos a los salientes que faciliten la transición, piensen en los vecinos y dejen a un lado su cainismo.