el amor está en el aire

El amor y el desamor, la ruptura y la reconciliación. Tantas y tantas etapas son las que atraviesa una pareja a lo largo de su relación que dan contenido suficiente para crear obras de ficción con grandes dosis de realidad. Porque quién más quién menos ha atravesado alguna de estas situaciones a lo largo de la vida.

Así nace El amor está en el aire, un texto escrito y dirigido por Félix Sabroso que, tras recorrer los teatros y auditorios de toda España, aterriza el sábado, 23 de septiembre, a las 20.00 horas en el Buero Vallejo de Alcorcón. Bibiana Fernández y Manuel Bandera, acompañados de un pianista, son los encargados de dar vida a estas etapas por las que atraviesa una pareja. Y aprovechando el momento que atraviesa su carrera y su participación en este proyecto, hablamos con el actor malagueño sobre la obra y su paso, también por el western.

Bibiana Fernández y Manuel Bandera interpretan y cantan al amor, a la pareja y todo lo que le rodea. Por título: El amor está en el aire y quiero saber: ¿cómo es ese amor y cómo es ese aire?
Bueno la obra es toda una paleta cromática donde presentamos a un hombre y una mujer que en realidad no son los mismos a lo largo de la función, porque presentamos a la pareja en situaciones muy distintas. Desde el enamoramiento, las primeras discusiones o el reencuentro, atravesamos todas esas etapas y lo aderezamos con canciones de toda la vida. El guión está tan bien escrito que nos permite hablar y discutir al mismo tiempo para continuar la obra con canciones de toda la vida y que todo el mundo conoce que van contestando y completando ese momento de la pareja ya sea una conversación normal o una discusión, dependiendo del momento. Es muy divertida porque todo el mundo sale encantado y al final cumplimos ese cometido que es el de hacer pasar un buen rato al espectador.

Personalmente: ¿con cuál de esas etapas que me comentas te quedas?
Con todas. Menos las que son rupturas drásticas y discusiones muy enconadas que al final no acaban en nada bueno, me quedo con cualquier otra situación. En la pareja todas las situaciones van sumando. Es muy bonito el principio o una reconciliación después de un momento duro, y cuando vienen los hijos. Todo va sumando a lo largo de la vida porque se supone que el amor va a ser duradero.

¿De qué manera te has preparado para cantar, interpretar y crear, en definitiva, esos personajes que se suceden en los sketches?
Realmente son situaciones que conocemos todos, por eso no exige demasiada preparación. Cualquiera ha pasado por estas situaciones en algún momento y al final consiste en ceñirte a ese texto maravilloso que ha escrito Félix Sabroso que habla de cosas muy importantes dentro del amor, pero con mucha ironía y un sentido del humor maravilloso. Y simplemente con adaptarte al texto del autor, que lo ha hecho fantásticamente, sale la función perfecta.

Tantas funciones junto a Bibiana imagino que se llega a crear un vínculo especial y eso, junto a lo anterior, facilita el trabajo.
Sí que es mucho más fácil con este vínculo. Lo que pasa aquí es que Bibiana y yo somos amigos desde hace muchos años. Somos casi familia y no hizo falta crear nada porque ya estaba creado. Es una relación prácticamente como de hermanos, con las facilidades que eso te da. Ese trabajo de tener esa complicidad ya estaba hecho. Solo había que darle forma a ese texto increíble, que nunca es fácil en esta profesión, pero al final sale gracias a que es maravilloso y la verdad que estamos encantados con lo que nos está dando.

Lejos del amor, este año te hemos visto con un registro totalmente distinto y en otro formato como el cine. Hablo de Parada en el infierno, un western muy duro. Vaya cambio.
Sí es verdad que es un cambio radical. El western lo rodamos hace un par de años y ahora se ha estrenado. Ha sido un regalo maravilloso el que me ha hecho Víctor Matellán, el director de la película, con ese personaje de Tim Rogers. Es verdad que es una película muy dura, pero también muy interesante lo que plantea: esa cosa fronteriza, esa cosa de buscar el porvenir de cada persona que pasa por esa parada y todo ello se mezcla y creo que ha salido un gran resultado.

manuel bandera

¿Cómo sienta enfundarse el traje de vaquero?
Bueno mi personaje es lo que uno siempre deseó hacer en un western: disparar, montar a caballo, protagonizar peleas (sonríe). Acción pura y dura. Me he divertido horrores con este personaje. Era la primera vez además que hacía un papel de estas características y he sentido mucha energía por todo lo que representa un personaje de este tipo. Ha sido realmente divertido hacerlo y participar en este proyecto.

Después de trabajar en un western y vivirlo desde dentro: ¿reivindicas el género?
Aquí en España creo que hacía veinte años que no se hacía un western así ambientado en el Oeste americano, como sucede en Parada en el infierno. Es verdad que allí en Estados Unidos ya hemos visto westerns así que pueden dar una orientación en esta dirección. Incluso más modernos con películas como las de Tarantino, por ejemplo. Es un género que a mí me gusta mucho, que me ha gustado de siempre y creo que se puede frecuentar más, al menos en España. Ojalá sea así.

Un año pues compaginando cine y teatro. Mejor imposible.
Yo siempre digo que siempre se puede mejorar (sonríe) Ya te digo que la película fue hace dos años aunque se haya estrenado ahora. Por eso no es oro todo lo que reluce. Pero cada día y gracias a estos registros aprendo más en esta profesión y lo mejor es que veo que todavía puedo aprender mucho más. Así que por ese lado estoy muy contento.