El Área de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Pinto ha emitido un polémico informe, para avalar la declaración del municipio como zona catastrófica. Y es que en un documento de dos páginas, una de las frases dice que a la envergadura de la tormenta, se ha unido se ha unido «una falta generalizada de preparación en la población y en algunos profesionales».

Si bien el escrito trata de solventar su metedura de pata con que: «En absoluto se trata de hacer un reproche, sino constatar una lógica realidad derivada de lo estadísticamente excepcional de este más que extremo rigor climatológico en una localidad cuya población carece de elementos tales como palas, picos, calzado antideslizante, neumáticos de invierno o cadenas».

Pero el daño a la moral pinteña ya estaba hecho, lo que ha obligado al Gobierno local a salir al paso de este traspiés municipal, con un comunicado donde quieren dejar claro: «en ningún caso el alcalde o el equipo de Gobierno culpabilizan a la ciudadanía de los efectos de la borrasca Filomena. Conviene tener presente que tanto el alcalde como la institución, han agradecido en reiteradas ocasiones la gran colaboración ciudadana».

En este sentido, el Ayuntamiento se escuda en que «el informe emitido por el equipo técnico de la Concejalía de Seguridad, únicamente hace alusión a que el temporal ha sido de mayor magnitud a la prevista. Además, nuestra ciudad no es una localidad cuya climatología haga que la ciudadanía esté acostumbrada a fuertes nevadas o bajadas bruscas de temperaturas».

Y aunque reitera «nuestra gratitud por su encomiable labor al conjunto de la ciudadanía de Pinto», el caso es que muchos vecinos se han quedado perplejos por este razonamiento.

Incluso el pasado 9 de enero, la propia Policía Local hizo alusión a que usaban palas para retirar la nieve, que habían sido cedidas por un vecino, lo que tampoco dejaba en buen lugar al Ayuntamiento. Sea como fuere, la polémica está servida.