Agentes de la Guardia Civil pertenecientes al Equipo de Policía Judicial de Villaviciosa de Odón, apoyados por el Grupo de Delincuencia Organizada de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de Madrid, han desarticulado una banda criminal que robaba en chalets de municipios de la Comunidad de Madrid, como Arroyomolinos. Han sido detenidas seis personas.

Según ha informado la Comandancia en un comunicado, la operación se inició el pasado mes de abril, fruto del análisis efectuado por agentes especialistas en Policía Judicial de Villaviciosa de Odón, que detectaron un incremento en los robos en viviendas unifamiliares. El nexo en común era la hora de comisión del robo, siempre perpetrado en horario de mañana.

Gracias a los datos aportados por vecinos, vigilancia privada y la visualización de las imágenes de las cámaras, los agentes pudieron situar a dos vehículos de la misma marca sobre los que se centraron «todos sus esfuerzos». De este modo, pudieron comprobar el modus operandi de la organización.

Y es que coincidían que las viviendas seleccionadas para cometer el robo habían sido vigiladas previamente y cuando se iba a cometer el hecho, los integrantes del grupo llamaban insistentemente al timbre con la finalidad de garantizar que no había nadie en la vivienda.

Una vez hecha la comprobación, accedían a la parcela mediante escalo o utilizando el método del resbalón en la puerta de acceso, rompiendo con mazas la puerta principal. Los efectos que sustraían eran generalmente joyas, relojes, pequeños electrodomésticos, material informático y dinero en efectivo. Objetos que han permitido esclarecer hechos cometidos en Villaviciosa de Odón, Boadilla del Monte, Pozuelo de Alarcón, Torrelodones y Arroyomolinos.

UN VARÓN DE 64 AÑOS, CABECILLA DEL GRUPO

De los seis detenidos, destaca la presencia de un ciudadano español de 64 años, que ejercía de cabecilla del grupo y que siempre se trasladaba a los lugares donde se cometían los hechos, siendo su función la de realizar labores de vigilancia.

El resto de los integrantes son ciudadanos originarios de Perú. Cuatro de ellos eran los encargados de ejecutar las órdenes del cabecilla mientras que la única mujer detenida daba cobertura en las vigilancias. Los detenidos, cuatro de ellos con antecedentes, han pasado a disposición de la Autoridad Judicial competente, que ha decretado su ingreso en prisión.