Paco Barco (letrista, compositor y cantante) y Alberto Octavio (productor, compositor y guitarrista) acaban de lanzar su segundo disco Venganza, un álbum en el que cada canción cuenta una historia diferente. Y es que mientras otros buscan el tema más bailable, Caniche Macho (así se hace llamar este dúo) pule al milímetro cada letra en sus temas.
Canciones que Barco y Octavio tocarán en la Sala Costello Club de Madrid a las 21.30 como acto de presentación del disco. Y sin que sirva de precedente, prometen buenas dosis de Venganza como nos cuentan en esta entrevista días antes del bolo.
Esta es la primera vez que hablamos con vosotros. Seguramente estaréis hartos de que os lo pregunten pero queremos salir de dudas. ¿Cómo surge el nombre de Caniche Macho?
El nombre se lo debemos a un tercer miembro (el caniche de Paco Barco) que estuvo con nosotros durante la composición de las canciones de Palabras Para Flores y Serpientes, nuestro primer disco. Después de un brainstorming en el que salieron los nombres más grandilocuentes del mundo, nos dimos cuenta de que aquel tercer miembro merecía un homenaje.
Después de ese primer trabajo llega Venganza, vuestro segundo disco con un toque elegante. ¿Os preocupa demasiado esto de la elegancia?
La elegancia forma parte del oficio. Somos artesanos y sabemos que nuestras canciones deben cumplir con ciertos parámetros entre los que, por supuesto, está esa elegancia de la que hablas. Principalmente nos preocupa la honestidad a la hora de presentar una colección de canciones que a nosotros nos emocionan y nos excitan.
Nuestras canciones hablan de la chica que está leyendo esto ahora mismo, de su vecino, de su madre, del vendedor de helados y del tipo con el que evita cruzar la mirada
Trinidad es el primer single: ¿por qué?
La depresión, así como cualquier disonancia que pueda marcar a alguien con la etiqueta de “bicho raro” en una sociedad que traza un camino muy preciso de “normalidad”, nos interesa mucho. Creemos que el simple hecho de hablar de la depresión reivindica el derecho a la tristeza y es también una forma de luchar por lo que somos. Es casi un acto revolucionario y Trinidad habla de eso.
Para alguien que no os conozca y escuche por primera vez vuestro nombre. ¿Como le seducís para que vaya corriendo a buscaros en Internet?
Por nuestras canciones. Nuestras canciones hablan de la chica que está leyendo esto ahora mismo, de su vecino, de su madre, del vendedor de helados y del tipo con el que evita cruzar la mirada.
En este disco hay varias colaboraciones. ¿Cómo surgen?
Surgen de la amistad y de la admiración mutua. Para nosotros es un orgullo enorme haber podido contar con Javier Álvarez y con Ariadna (de Los Punsetes). Tanto Ariadna como Javi son inclasificables y ambos tienen una personalidad abrumadora sobre el escenario. Queríamos que estuviesen y ellos quisieron estar, eso es todo.
Cada una de las canciones como una microhistoria. Un universo singular ¿Son vuestros temas muy cinematográficos? ¿Algo así como un pequeño guión cada uno?
La tensión cinematográfica radica en la música y en unos arreglos que hacen que las canciones rompan una especie de membrana y, cuando eso ocurre, no hay vuelta atrás. Nos interesa mucho la narrativa en las canciones, desde luego. Esas pequeñas historias con planteamiento, nudo y desenlace que se desarrollan en menos de cuatro minutos. En el disco hay varios buenos ejemplos de esto, pero también hay canciones que cargan tintas en imágenes potentes que van más al tuétano que al cerebro del que escucha.
Y este viernes, rumbo a Madrid. ¿Alguna sorpresa?
Eso es. Será el viernes 5 de abril en Costello y habrá muchas sorpresas e invitados. Además estaremos con toda nuestra banda. Con ellos hemos grabado Venganza y su energía estará sobre el escenario. Seremos imparables.