contaminacion

Casi toda la población madrileña respiró aire contaminado en 2018 pese a la reducción de los niveles de contaminación de partículas en suspensión (PM10 y PM2,5), dióxido de nitrógeno (NO2) y dióxido de azufre (SO2), «recuperando aparentemente la tendencia decreciente de estos contaminantes iniciada en 2008 con la crisis económica», según un Informe de Calidad del Aire elaborado por Ecologistas en Acción.

«En un año de abundantes lluvias, el cambio climático y el repunte en la quema de combustibles fósiles mantienen un problema que afecta a la salud de la ciudadanía, pero también a los cultivos, bosques y espacios naturales», han señalado.

El informe elaborado por Ecologistas en Acción analiza los datos recogidos en casi 800 estaciones de medición instaladas en toda España, entre ellas 49 situadas en la Comunidad de Madrid. En lo que respecta a la Comunidad de Madrid, la contaminación generada desde la capital, las principales ciudades y las autovías y autopistas que atraviesan toda la Comunidad se extiende por el territorio afectando a zonas más alejadas y rurales en la forma de ozono troposférico.

El informe de Ecologistas en Acción toma como referencia los valores máximos de contaminación recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el objetivo a largo plazo para proteger la vegetación establecido por la Unión Europea. De acuerdo a los niveles europeos, la totalidad de la población madrileña respiró aire contaminado por encima de los límites legales, salvo la Cuenca del Alberche.

Y la superficie expuesta a niveles de contaminación que exceden de los legalmente permitidos para proteger los cultivos agrícolas y los ecosistemas naturales alcanzó todo el territorio madrileño, incluidos los parques periurbanos y forestales del municipio de Madrid.

«Las elevadas precipitaciones y la inestabilidad atmosférica han reducido los episodios de contaminación, contribuyendo de manera importante a mejorar la calidad general del aire. El invierno y el otoño han resultado húmedos, lo que ha favorecido la dispersión y deposición de los contaminantes típicamente invernales (NO2 y partículas). En cambio, pese a las fuertes lluvias primaverales, el prolongado calor estival ha mantenido elevados los niveles de ozono«, han explicado los ecologistas.

DISMINUIR EL TRÁFICO MOTORIZADO

Ecologistas en Acción insiste en que la única forma de mejorar la contaminación del aire en las ciudades es disminuir el tráfico motorizado, potenciando el transporte público, la bicicleta y el tránsito peatonal, con medidas como la zona de bajas emisiones Madrid Central, «que ha conllevado una mejoría notable de la calidad del aire del área de tráfico restringido y de toda la ciudad en sus primeros meses de aplicación».

También ven necesario promover el ahorro energético, adoptar las mejores técnicas industriales disponibles, cerrar las centrales térmicas de carbón y penalizar el combustible y los vehículos diésel.