Este martes ha sido José Recio el encargado de atender las preguntas de los medios de comunicación que cubren habitualmente la información del CD Leganés y lo primero que ha hecho ha sido reconocer que el fútbol en estas circunstancias «es peculiar. Vi los partidos», en alusión a la reanudación de la Bundesliga alemana, «y es algo distinto jugar sin afición y con todos los protocolos que hay, pero espero que eso pueda ocurrir pronto aquí también»

Entre esas peculiaridades está la falta de público y el consiguiente silencio en las gradas, «algo que nos va a afectar a todos y nos tendremos que medir un poco más con las palabras que digamos porque todo se va a escuchar más», admite.

También tiene muy claro que lo mejor es que la competición se desarrolle al mayor ritmo posible «y que una vez que de comienzo se juegue cada 3 ó 4 días. Creo que tenemos plantilla suficiente para afrontar esas cinco semanas aun con el riesgo de que haya lesiones. Sé que no vamos a llegar al cien por cien ningún equipo», reconoce, «pero todos partimos de la misma base».

«Lo mejor es que una vez que dé comienzo la competición se juegue cada 3 ó 4 días; tenemos plantilla suficiente para afrontar esas cinco semanas aun con el riesgo de que haya lesiones»

En cuanto a la reanudación del campeonato, dice ser partidario «de que se diera una fecha y cuanto antes mejor, pero no depende de nosotros. Estarán esperando a ver cómo va evolucionando cada fase», sospecha, «pero a mi en particular me gustaría saberlo para marcarte un objetivo y prepararte a todos los niveles».

Uno de los temas que más preocupa al veterano centrocampista pepinero es la mentalización del colectivo para afrontar una situación tan excepcional como la que les aguarda. «Tenemos que ser conscientes de que cuando empiece la competición solo quedarán once jornadas y que nos estamos jugando la vida. Saber lo que nos estamos jugando y lo que nos queda», remarca, «es suficiente motivación y además tenemos un entrenador que es un motivador nato y se ocupará de que sepamos que tenemos que dar hasta el último aliento para intentar salvarnos».

Cuestionado por el tema de las posibles concentraciones no se anda con rodeos. «No me gustan. Si he pasado estos dos meses de confinamiento con mi mujer y mis dos hijos creo que lo mejor ahora es seguir igual. El jugador es más feliz en casa y en mi caso no soy partidario de las concentraciones», reitera