El matrimonio Delicado Domínguez, compuesto por Jesús y Elvira y residente en Alcorcón, tiene sobrados motivos para presumir de sus dos hijos, Elena y Abel, que acaban de firmar una proeza difícilmente igualable. Ambos se han proclamado esta temporada campeones de España de baloncesto de su categoría con sus respectivos clubes y no deben ser muchos los casos de hermanos que hayan conseguido semejante logro. Todo un lujo, además, para la ciudad de Alcorcón, ya que ambos se formaron en las filas del Femenino Alcorcón y el Alcorcón Basket, respectivamente, antes de dar el salto a sus actuales clubes.

Elena, de 16 años y 1,84 de altura, defiende los colores del Movistar Estudiantes, donde actúa en la posición de ala-pívot. Su equipo se proclamó campeón de España junior en la localidad asturiana de Avilés tras imponerse en la gran final al UniGirona (48-36). Antes había sufrido lo suyo en cuartos de final ante Perfumerías Avenida y en semifinales frente al Valencia Basket, pero tanto sufrimiento bien mereció la pena porque las del Ramiro conquistaron por vez primera en su historia el título nacional en categoría junior.

EN EL ÚLTIMO SEGUNDO

Más habituados están en el infantil del Real Madrid, categoría en la que milita Abel14 años y 1,92 de altura- y en la que el conjunto blanco se ha impuesto a nivel nacional en las últimas cinco temporadas. Este año, sin embargo, le resultó más complicado que ningún otro, ya que su triunfo ante el Gran Canaria en la final del torneo celebrado en Lugo llegó gracias a una canasta de su compañero Kaya Mutambirwa en el último segundo de la prórroga (76-75).

Ella ha estrenado este año su palmarés a nivel nacional, pero acumula cuatro campeonatos de Madrid y ha sido convocada ya en dos ocasiones para formar parte de la selección española U15 y U16. Actúa en la posición de ala-pívot y se considera una jugadora “luchadora. Me gusta lanzar de tres, ayudo bastante en el rebote e intento imponer mi físico en la zona”, señala, aunque reconoce que “debo mejorar en lo que respecta a mi velocidad en el juego”.

Él, que además es el capitán de su equipo, ha conseguido su segundo entorchado nacional y también acumula cuatro autonómicos, a los que añade otros dos éxitos en la Minicopa Endesa y varias convocatorias con las selecciones U13 y U14. En su caso se desenvuelve en la posición de base y no esconde que le encanta “dirigir el juego y tratar de marcar el ritmo del partido a mis compañeros. Suelo ser bastante creativo”, subraya y su prioridad ahora pasa por “mejorar el físico y estar más fuerte”.

Ninguno de ellos conoce otro caso similar de hermanos que se hayan proclamado campeones de España la misma temporada con diferentes clubes y en distintas categorías. “Lo que hemos conseguido será difícil de repetir. Ha sido un gran año para los dos”, coinciden antes de puntualizar que más allá de las individualidades “lo que te hace ganar campeonatos es ser un equipo de verdad”.

Alumnos del IES Parque de Lisboa alcorconero, los dos compaginan de la mejor manera posible sus estudios con los entrenamientos y partidos, algo que en ocasiones resulta tremendamente complicado. Elena termina el año que viene Bachillerato y no descarta viajar en un futuro a Estados Unidos “porque seguramente sería una experiencia muy buena a todos los niveles”. Más lejos en el tiempo le queda esa posibilidad a Abel, que el próximo curso estrena categoría cadete. Y no vayan a pensar que en verano aprovechan para desconectar porque ahora tienen por delante un campus de tecnificación en León. Casi nada.

HABLANDO DE REFERENTES Y DE FUTURO

Cuestionados por sus referentes en el deporte de la canasta sus opiniones son sensiblemente divergentes. Elena asegura que le gusta “aprender algo de todas las jugadoras”, mientras que Abel se decanta sin dudarlo por “Luka Doncic”, elegido esta temporada mejor ‘rookie’ de la NBA y que también fue canterano del Real Madrid. “Nos encanta ver partidos de la NBA y de la Liga española por televisión”, admiten ambos.

Respecto a su futuro deportivo, Elena sostiene que “las chicas lo tienen más difícil una vez terminan su etapa junior y tienen que pasar a profesionales, mientras que los chicos tienen más recorrido y posibilidades para seguir formándose”.

En cualquier caso, sus éxitos deportivos seguramente no hubieran resultado posibles de no ser por el incondicional respaldo de sus padres, Jesús y Elvira, que se multiplican como pueden para poder trasladarles a diario a los entrenamientos y los fines de semana a los partidos en canchas repartidas por toda la Comunidad de Madrid.