En el año 2011, David Pérez se hacía con el mando de Alcorcón. Tenía que gobernar una ciudad y la herencia que dejaba el PSOE en forma de desempleo, deuda, proveedores que no veían ni un euro, el mastodóntico CREAA, la ruina de EMGIASA y una empresa municipal de limpieza politizada. Para más inri, en 2011, la crisis económica a nivel nacional vivía también su momento más catastrófico.

Así pues, el panorama que se le presentaba en 2011 al PP no era nada halagüeño. Hicieron falta muchos esfuerzos y sacrificios, sobre todo, por parte de los vecinos. Y contra todo pronóstico, la situación se revirtió. La deuda se fue reduciendo; los proveedores empezaban a cobrar; la seguridad mejoraba Balance de Criminalidad tras Balance; el desempleo caía mes a mes…Y así hasta llegar a 2019.

El nuevo Gobierno lo va a tener más fácil que su antecesor, pues allí donde éste heredó ruina, hoy hay una senda de crecimiento bien marcada

Ocho años después, es verdad, el CREAA sigue siendo un fantasma que se erige en la ciudad como símbolo de la sinvergonzonería política. La solución al faraónico proyecto de Enrique Cascallana y Natalia de Andrés es poco probable a corto plazo. La ruina de EMGIASA aún perdura. Y en cuanto a la limpieza… La situación es muchísimo peor. Una limpieza, por cierto, dependiente de la empresa municipal donde estos últimos cuatro años la oposición ha tenido la mayoría.

Pero en lo económico, como decíamos, la situación, echando al vista atrás, es inmejorable. El legado que deja David Pérez al nuevo Ejecutivo que verá la luz este 15 de junio es notable. Un Gobierno que a buen seguro confeccionarán PSOE -el más votado- y Ganar Alcorcón. La izquierda vuelve a tomar las riendas de Alcorcón ocho años después. Y aunque el alcalde en funciones reconocía su temor a “echar por tierra” todo el trabajo labrado estos años y cuya jugosa cosecha recogerán Natalia de Andrés y los suyos, es conveniente darle, al menos al principio, el beneficio de la duda a ese nuevo Gobierno.

Los antecedentes de Natalia de Andrés no son halagüeños, pero los ciudadanos ya no toleran más CREAA, comilonas y desmanes de antaño

Es cierto que, vistos los antecedentes de De Andrés, la situación no es para tirar cohetes. Pero también es verdad que en ocho años, igual que el panorama económico se ha revertido en positivo, el social también, pues los ciudadanos ya no toleran proyectos faraónicos como el CREAA, comilonas y desmanes varios de la clase dirigente.

Y por si acaso estaremos ojo avizor para vigilar que el Gobierno del PSOE que salga de la investidura de este sábado trabaje por la ciudad y no solamente por el interés de unos pocos. Lo va a tener más fácil que su antecesor, pues allí donde éste heredó ruina, hoy sus sucesores reciben beneficio y una senda de crecimiento marcada y bien delineada.

Hoy Alcorcón es una ciudad que genera empleo y que atrae inversión. De entre las grandes ciudades del sur de Madrid, es la que menos paro registra. Los proveedores cobran sus servicios y eso es gracias al trabajo de David Pérez y su equipo. Por supuesto, quedan asuntos pendientes que tendrán que atajar y resolver Natalia de Andrés y su Ejecutivo. El primero, la limpieza. Ahora será el momento de ver si en este tiempo hubo desidia municipal o boicot. El futuro de la ciudad es una incógnita, pero cumpliendo con las recetas que se han evidenciado beneficiosas no habrá nada que temer si el nuevo Gobierno no se sale de ese camino.