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En la cultura popular China, la palabra crisis tiene dos acepciones que pueden hacer referencia, por un lado, a una situación de “peligro” y por otro a una “oportunidad”. El expresidente de Estados Unidos, John Fitzgerald Kennedy, recurría a la sabiduría asiática cuando tenía que afrontar una crisis de Gobierno por alguna circunstancia sobrevenida. JFK planteaba ambas hipótesis para tratar de discernir hacia dónde irían los pasos de su Gabinete -y de la nación entera- en un momento crítico.

Lo cierto es que las crisis de Gobierno suscitan muchas incógnitas en su origen. Son una oportunidad o un peligro. Provocadas por la presión popular ante algún evento de cierta envergadura o por la nefasta gestión de algún miembro del Gobierno de turno, son muchas las razones que las justifican y, a la par, el mismo número de preguntas que surgen sobre el resultado.

En Getafe, en poco más de dos años y medio de Legislatura, el Ejecutivo de Sara Hernández ha afrontado tres reestructuraciones de su equipo. Primero por la espantada de Mónica Cerdá, ahora concejala no adscrita y tribunales mediante. Aquella salida levantó polvareda y en los Plenos aún se notan los resquicios de estas rencillas entre Cerdá y Hernández.

Luego, un año más tarde, vino la salida de Álvaro Gómez, el concejal de Educación que se caía del caballo por “motivos personales”. El estado de la educación es voz populi en Getafe como para motivar ciertas conjeturas sobre la forma de gobernar de la alcaldesa, que pierde piezas lentamente y sin remedio, certificando una inestabilidad palpable también a la hora de gobernar.

Pero el movimiento de peones de la lideresa que más choca estos días es el de la salida de Herminio Vico de la concejalía de Seguridad, puesto que ocupa ahora la edil de Cultura, Raquel Alcázar. Una decisión que en los mentideros se especula se ha aceptado a regañadientes. Recordemos que Alcázar es una declarada ‘sanchista’ y Sara Hernández, como si de los ‘Idus de marzo’ se tratara, dio la espalda al ahora líder del PSOE cuando los barones se revelaron contra su ‘No es No’.

Y este cambio de cromos choca porque, una de dos, o Herminio Vico lo estaba haciendo realmente mal en la Concejalía que antes ocupaba, o hay algo más detrás de esta crisis. ¿Es una oportunidad o un peligro? ¿Tiene algo que ver que el PP, primero, y Comisiones Obreras, después, hayan puesto el dedo en la llaga en las oposiciones a tres plazas de suboficiales de la Policía Local que contaba con todo el respeto de Vico? ¿Es casualidad que se le aparte de la concejalía de Seguridad justo en el momento en el que se habla de “oscurantismo” y “enchufismo” en dichas oposiciones? ¿O ha sido el propio Vico, en un arresto de valentía, el que no ha tragado con esta convocatoria sospechosa? Incógnitas de una crisis de Gobierno que, vista la inestabilidad del Ejecutivo de Sara Hernández, no parece que vaya a ser la última de la legislatura.