Barbam propinqui radere, heus, cum videris, prabe lavandos barbula prudens pilos. Que podemos traducir, con ligeras variaciones, como: ‘Cuando las barbas del vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar’. No hay fecha exacta de cuando se usó por primera vez esta suerte de refrán, si bien los expertos lingüistas advierten de su gran uso en el campo literario, al menos, desde el siglo XV.

En este sentido, la Universidad Isabel I de Castilla habla de referencias de esta locución en textos como las obras literarias del Arcipreste de Talavera (1398-1470); en los Refranes y proverbios en romance, de Hernán Nuñez (1549); en los diccionarios de Sebastián de Covarrubias, bajo el título Tesoro de la lengua española (1611); así como en los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós, con el título: De Oñate a la granja (1876).

El Gobierno de Leganés tiene el ejemplo de lo que le ocurrió al antiguo Ejecutivo de Alcorcón, al que le pasó factura en las urnas la limpieza

Un frase que sirve, recordemos, para estar atento a lo que sucede o ha ocurrido a tu alrededor. Un capítulo que le ha pasado al de al lado y también te puede ocurrir a ti. Seas persona o una entidad jurídica cualquiera: como por ejemplo un Ayuntamiento, un Gobierno o una ciudad.

¿Por qué decimos esto? Porque en Leganés la legislatura ha empezado un tanto convulsa en materia medioambiental. Fundamentalmente en el asunto de las basuras, los tan ansiados pedales de los contenedores que el alcalde se aventuró a anunciar y aún no han llegado, pese a que se sigue trabajando en ello; y finalmente al -mal- estado del arbolado de la ciudad, de donde tanto oposición, como sindicatos y vecinos están haciendo leña del árbol caído.

Estas cuestiones ambientales y de limpieza le pasaron factura al Gobierno de una ciudad vecina de Leganés como es Alcorcón. La limpieza, decimos, fue el gran tendón de Aquiles del Ejecutivo de David Pérez, hoy consejero regional del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso. La recogida de residuos, insistimos, le pasó factura en las urnas al PP en Alcorcón, aupando al PSOE tras ocho años de oposición.

Pese a la debilidad de la oposición, el alcalde y su equipo no deberían relajarse y tomarse en serio el asunto de la limpieza y el medio ambiente

Hoy el Gobierno de Santiago Llorente tiene un problema en esta materia. Y del esfuerzo e importancia que a esta cuestión le dedique va a depender que sea algo puntual, circunstancial si cabe, o de una envergadura tal que le arrastre al abismo dentro de cuatro años.

El Ejecutivo de Llorente, a día de hoy, no tiene una oposición tan fuerte como en el caso de Alcorcón. Por ejemplo, los populares pepineros se están reestructurando del varapalo nacional trasladado al ámbito local y ULEG ni está ni se le espera, pues su batacazo fue tan descomunal que el superhéroe vecinal se ha quedado a verlas venir. Eso sí, con un jugoso sueldo de 60.000 euros al año.

Pese a esta debilidad de la oposición -ya decimos, a día de hoy-, bien harían el alcalde de Leganés y su equipo en no relajarse, mirar el caso de Alcorcón como un aviso a navegantes y tomarse bien en serio la cuestión de la limpieza y el medio ambiente.

ENCUESTA

LEGANÉS – ¿Cree que el Ayuntamiento no está haciendo todo lo posible por el mantenimiento de los árboles?