Si hay un género de leyenda en el cine, ese no es otro que el western. Los clásicos recordarán títulos de John Ford, Howard Hawks, John Sturges, Raoul Walsh o en otro estilo dentro del género: Sam Peckinpah, Sergio Leone o Lawrence Kasdan. La gran parte de sus obras muy definidas por personajes de todo pelaje. Historias casi siempre de bandidos. Auténticos malnacidos que se las hacían pasar canutas a las gentes de bien. Pero también de historias sobre hombres justos. De buenos y malos. Donde los primeros, normalmente, conseguían acabar con las injusticias de ciudades sin ley que marcaban la frontera del oeste americano.

Getafe, la ciudad más insegura del sur de la Comunidad de Madrid tras los datos del último Balance de Criminalidad de 2017

Desgraciadamente, la realidad siempre supera a la ficción. No hay que irse tan lejos ni rescatar a los clásicos para sufrir en la propia piel lo que significa vivir en una ‘ciudad sin ley’. Basta con residir en Getafe, la ciudad más insegura del sur de Madrid tras los datos del último Balance de Criminalidad relativo al año 2017 y hecho público por el Ministerio del Interior. Los caballos, pistoleros, bandidos y cuatreros han sido sustituidos por butroneros, ladrones, bandas y, lo que es peor, por agresores sexuales, que incrementan a niveles estratosféricos la sensación de inseguridad.

Ya lo veníamos advirtiendo en pasadas edición. Nos llamaban agoreros. Alertábamos de las masivas sustracciones en vehículos, por ejemplo. Dábamos voz a los vecinos de Los Molinos hace dos semanas sobre la oleada de robos en el barrio. Y siguieron haciendo oídos sordos. Pero ahora los datos del Ministerio son tan contundentes que no le queda otra al Gobierno de Sara Hernández reconocer su error en la materia y ponerse a trabajar de una vez por todas.

La seguridad genera confianza y la confianza prosperidad. Pero a día de hoy, lamentablemente, en Getafe no hay ni una cosa ni la otra.

Porque alguien podría decir que la sensación de inseguridad es genérica. Que vivimos en un país laxo con el delincuente y duro con la víctima. Y puede que tenga razón, pero no es casual que en municipios vecinos como Fuenlabrada, Alcorcón o Pinto, los delitos caigan y en Getafe se disparen. Algo se está haciendo mal. O muy mal. Ni el cambio de caras en la Concejalía de Seguridad ha logrado paliar ese sentimiento de indefensión. El baile de nombres en la Concejalía hacía presagiar el desastre y así se ha confirmado.

La seguridad genera confianza y la confianza prosperidad. Pero a día de hoy, lamentablemente, en Getafe no hay ni una cosa ni la otra. Y si no, qué confianza genera ser la ciudad más insegura del sur de Madrid y, a la vez, aumentar la morosidad con los proveedores. Pues ninguna. ¿Y qué se está haciendo? Nada en absoluto. Anuncios vacuos y pocos hechos, por no decir ninguno.

Es una lástima que la ciudad no cuente con aquella Joan Crawford que evidenciaba como las mujeres, en el lejano oeste, también eran igual o más importantes que los hombres hoy. Y si no que se lo digan a Johnny Guitar y aquel terruño donde Crawford dejaba las cosas bien claras a los maleantes. No como en Getafe, donde estos campan a sus anchas sin que nadie haga nada. Y, como siempre, el gran perjudicado, el vecino, que clama por más seguridad en esta ‘ciudad sin ley’.