Pinto entra de lleno en la Navidad. No solo porque ya están encendidas las luces desde hace una semana -para gustos los colores, pero alguna que otra crítica ha caído- y las actividades culturales ya están a pleno rendimiento. También porque en el horizonte, como en el resto de España, se vislumbran esas comidas y cenas copiosas de Nochebuena y Nochevieja. Pero sin lugar a dudas, la Navidad se nota en Pinto porque, fieles a su cita, llegan los fantasmas de Cuento al más puro estilo Charles Dickens.

Cuento de Navidad es un clásico de estas fechas. Y como pasa con los clásicos, el tiempo no hace mella en ellos. Por eso son lo que son. Es cierto que en Pinto, desde el mes de junio, el entonces alcalde Ebenezer ‘Rafael Sánchez’ Scrooge ya no ostenta el bastón de mando y sí ocupa la oposición. Pero su legado, o al menos parte de él, sigue presente.

Hablamos, por supuesto, del Abono Deportivo, de nuevo en el panorama informativo porque el partido vecinal, Somos Pinto, va a proponer legítimamente por Registro del Ayuntamiento la creación de una comisión de investigación sobre este asunto. Una vía paralela a la judicial, pues como ya publicamos en exclusiva el 30 de septiembre, esta cuestión se encuentra en poder de la Fiscalía tras la denuncia de la Casa de Pinto. Dicen los mentideros, si se quiere: la rumorología, que cierta parte de la clase política pinteña con representación en la Corporación ve con bueno ojos este paso adelante.

Y es que desde el año 2017, tiempo en el que estalló el conflicto, el tema del Abono Deportivo ha traído por el camino de la amargura al anterior Ejecutivo. De hecho fue uno de sus proyectos estrella con el que acabó estrellado en las urnas.

Bien es cierto que Pinto tiene otras necesidades más acuciantes, pero las promesas están para cumplirlas y los errores, de haberlos, para subsanarlos

Pero igualmente el actual equipo de Gobierno, liderado por Diego Ortiz, se mojó muy mucho en este debate al sostener que era posible la municipalización del servicio, foto mediante con la Casa de Pinto. Y ahora, aquellos usuarios belicosos que defendieron a capa y espada sus postulados y confiaron en esta palabra, piden que una vez en la Alcaldía se cumpla lo que se prometió en oposición.

Por tanto, el fantasma pasado y presente del Abono Deportivo afecta por partes iguales a un Ejecutivo y otro. Aunque conviene no adelantar acontecimientos, pues el tiempo es muy lento en asuntos políticos y judiciales, todo apunta a que 2020 será también un año donde esta cuestión siga encima de la mesa para malestar de unos y otros.

Bien es cierto que Pinto tiene otras tantas necesidades más acuciantes a tener en cuenta en los próximos meses. Pero las promesas están para cumplirlas y los errores, de haberlos, para subsanarlos sin más dilación. No solo porque esto debería ser un principio de salud democrática, sino por el respeto que todo gobernante ha de tener para con su pueblo. Ese pueblo que sabe cuando aupar y tumbar a su alcalde si no se aviene a razones. La historia es así de puñetera con un sinfín de ejemplos. Y a los fantasmas, mejor que descansen en paz. Eso pasa por hacer bien las cosas. Aviso a navegantes.