Pedro Sánchez vuelve a colonizar una institución de prestigio como ya hizo con el Instituto Nacional de Estadística, Radio Televisión Española, la Fiscalía General del Estado o el mismísimo Tribunal Constitucional. El nombramiento de José Luis Escrivá como gobernador supone que otra criatura sanchista amenaza el prestigio de España

El Gobierno ha nombrado al ministro de Transformación Digital y de la Función Pública, José Luis Escrivá, nuevo gobernador del Banco de España, en sustitución de Pablo Hernández de Cos.

Lo adelantó en su día la Ser, la cadena amiga del Gobierno, y más tarde lo confirmaron fuentes cercanas al sanchismo.

Pedro Sánchez vuelve a colonizar una instutición de prestigio como ya hizo con el Instituto Nacional de Estadística, Radio Televisión Española, la Fiscalía General del Estado o el mismísimo Tribunal Constitucional.

El puesto de gobernador del Banco de España estaba vacante desde que el 11 de junio expiró el mandato de Pablo Hernández de Cos, y el de subgobernadora lo ocupará Soledad Núñez, que relevará a Margarita Delgado.

Una regla no escrita determinaba que los puestos de gobernador y subgobernador eran pactados por el Gobierno y el principal partido de la oposición.

Pero desde que abandonó De Cos, desde el Ejecutivo han venido defendiendo la idoneidad de Escrivá en contra del criterio de la mayoría de los expertos.

Escrivá tiene curriculum y preparación de sobra para el puesto, pero está bastante “contaminado” por su labor en el Gobierno. Cuando era presidente de AiRef, se comportaba como un profesional independiente que le cantaba las verdades del barquero a los políticos de turno en cuanto se desmadraban en el uso de las cuentas públicas.

Pero Escrivá sucumbió al ‘encanto’ de Sánchez y dejó de ser el profesional intachable y serio para comvertirse un ministro populista y demagogo más. Otra criatura sanchista que muere por decir una gansada. Lo cual, en su caso, es bastante doloroso porque, a diferencia de personajes como Óscar Puente o Yolanda Díaz, cuya ignorancia es proverbial; Escrivá sabe de qué habla y es perfectamente consciente de lo que dice.

Es muy peligroso que el Banco de España esté en manos de un político. Ya ocurrió con Miguel Ángel Fernández Ordóñez, que naufragó en la crisis y demostró hasta qué punto se puede ser socialista e inútil.

La Unión Europea alerta de este peligro y así se lee en el artículo 130 del Tratado de la UE: “Las instituciones, órganos u organismos de la Unión, así como los gobiernos de los Estados miembros, se comprometen a respetar este principio y a no tratar de influir en los miembros de los órganos rectores del Banco Central Europeo y de los bancos centrales nacionales en el ejercicio de sus funciones”.

Las atribuciones del Banco de España, como ‘sucursal’ del Banco Central Europeo no tienen la misma transcendencia que cuando era el banco emisor, pero su misión de garante de la limpieza del sector financiero, y la autoridad de su gobernador a la hora de analizar la economía del país, caerá de nuevo en el desprestigio con un político como José Luis Escrivá.

Pedro Sánchez lo ha vuelto a hacer. Se ha vuelto a poner a España y a sus instituciones por montera. Ha vuelto a colonizar el Estado y será España, y el prestigio de los españoles, quienes acabemos lamentándolo.