Borja Valle celebra su gol ante el Huesca (foto: AD Alcorcón)

Dicen que no hay mal que cien años dure y el Alcorcón lo certificó este domingo con su victoria frente al Huesca. Tuvieron que pasar nada menos que cinco meses y dos días para que el conjunto alfarero volviera a sumar tres puntos de una tacada, algo que no conseguía desde el pasado 10 de octubre, cuando se impuso al Burgos también en Santo Domingo y por idéntico resultado (1-0).

En ese dilatado lapso de tiempo, el saldo del Alcorcón fue de 13 derrotas y 8 empates. Nada menos que 21 jornadas consecutivas sin ganar, a pesar de merecerlo en varias de ellas, hasta que a la 22ª fue la vencida y los de Fran Fernández -que no pudo sentarse en el banquillo por sanción- conquistaron un simbólico triunfo con todas las de la ley, ya que fueron claramente superiores al conjunto oscense.

La mejoría de los alfareros con los refuerzos del mercado invernal era evidente y ya habían rondado la victoria en sus más recientes compromisos ante el Fuenlabrada (2-2) o la Ponferradina (2-2). Incluso en Lugo la semana anterior pese a perder (1-0). Pero frente al Huesca llegó el premio a la perseverancia gracias a un solitario tanto de Borja Valle, uno de esos fichajes del pasado mes de enero que han dado otro aire al equipo.

VARIAS OPCIONES ANTES DEL DESCANSO

Ya en la primera parte dispuso el Alcorcón de ocasiones sobradas para haber tomado la delantera en el marcador. Calero, Olabe, Borja valle y Álex Mula, por dos veces, rondaron un gol que no acababa de llegar frente a un rival claramente sorprendido y que mejoró con los cambios del descanso, llegando a disponer Marc Mateu de la mejor ocasión para su equipo (69′).

Sin embargo, poco después llegaba una excelente contra en la que Víctor García colgaba un magnífico centro al área desde la derecha y Borja valle cabeceaba a la red haciendo inútil la estirada de Andrés Fernández. Era el premio a la insistencia y los locales, que pudieron ampliar su renta, también la supieron defender con uñas y dientes en el tramo final para quitarse un enorme peso de encima.

Las opciones de permanencia siguen siendo tremendamente remotas, pero el Alcorcón se resiste a arrojar la toalla mientras queden opciones matemáticas. Su próximo examen lo tendrá este próximo domingo frente a un rival directo como el Amorebieta.