La situación del Alcorcón sigue siendo tremendamente complicada porque suya es la condición de colista de Segunda división, pero su triunfo de este domingo ante el Burgos no ha podido resultar más balsámico para los intereses del conjunto alfarero, que confía en que los tres puntos obtenidos ante el Burgos (1-0) actúen como punto de inflexión para salir del atolladero en el que andan aún metidos.

El duelo frente al conjunto burgalés fue tan complicado como se preveía. Cierto es que las mejores ocasiones corrieron por cuenta del conjunto local, especialmente un envío de Arribas al larguero al filo del descanso, pero la realidad es que el partido parecía encaminado a las tablas hasta que ya en tiempo añadido (91′) David Fernández acertó a meter la cabeza tras un saque de esquina para certificar el triunfo amarillo.

Una victoria, la segunda de la temporada, que pone punto final a una racha de tres derrotas consecutivas, supone el primer triunfo en casa y estrena la cuenta de Jorge Romero, llega además dejando por vez primera la portería a cero, y permite al Alcorcón situarse a tres puntos de la zona de permanencia.

«Ojalá este triunfo sirva como punto de inflexión; lo que está claro es que el día a día, cuando ganas, se afronta de otra manera»

«Esta victoria supone tranquilidad y seguir construyendo con otro ánimo. Hoy hemos acertado y además ha tenido mucho que ver el apoyo de la afición», señalaba Romero a la conclusión del encuentro, «y por eso esta victoria es para ellos, para que vean que también hay recompensa detrás del esfuerzo».

El técnico del conjunto alfarero confiaba en que «ojala este triunfo sirva como punto de inflexión» y señalaba que «lo que está claro es que el día a día, cuando ganas, se afronta de otra manera y la confianza aumenta. Esto ayuda, pero ahora hay que preparar el próximo partido mejor todavía».