No hay mal que una buena victoria no pueda curar. Y si es en un derbi, mejor, Y si además el triunfo llega por goleada, entonces ya hablamos del acabóse, sobre todo si quien hace realidad todas estas premisas de una tacada es el Atlético de Pinto, que afrontaba el duelo de rivalidad vecinal ante el Parla con las urgencias metidas en el cuerpo después de encadenar seis jornadas consecutivas sin conocer la victoria y encarar tan exigente cita desde los puestos de descenso.
Sin embargo, los de Álvaro García no dejaron pasar semejante escaparate para recomponer su figura y certificar un triunfo en el derbi que siempre trasciende tres puntos en liza, pero más si cabe en unas circunstancias como las que se daban este pasado fin de semana. Lo hicieron los rojinegros, además, tras encajar un tempranero tanto cuando apenas se habían cumplido cinco minutos de juego. Lejos de descomponerse, su reacción fue formidable y dieron la vuelta al marcador en una espléndida segunda parte para acabar imponiéndose por 4-1.
La mala racha de resultados de los pinteños era además especialmente adversa en el Amelia del Castillo, donde no ganaban desde el pasado 5 de mayo. Es decir, cerca de seis meses sin dar una alegría a sus incondicionales, que por fin vieron ganar a su equipo y encima en el partido más especial para ellos de toda la temporada. Esta victoria, por añadidura, saca al equipo de los puestos de descenso y le permite contemplar el futuro inmediato desde otra perspectiva bien distinta.
No escondía el técnico, Álvaro García, a la conclusión del encuentro que «en la primera parte hemos sufrido mucho con ese gol tan tempranero», si bien remarcaba que «el equipo se rehízo ya en la primera mitad y luego completó una segunda parte muy buena, en la que conseguimos darle la vuelta al marcador y acabar el partido tranquilos».
El entrenador madrileño consideraba que el triunfo en el derbi fue «más que merecido por todo el trabajo que la plantilla ha hecho desde el inicio» y admitía que «estos puntos nos vienen muy bien. Esperemos que a partir de ahora el equipo consiga esa confianza que nos hace falta para ir poco a poco hacia arriba y asentarnos en esas posiciones en las que por nivel tenemos que estar, que es de mitad de tabla hacia arriba».
Dentro del buen trabajo colectivo de los pinteños, el protagonismo a nivel individual fue sobre todo para Álex Fernández, autor de dos goles casi sin solución de continuidad que terminaron de sentenciar la contienda. «Sabíamos que era vital sacar adelante este partido y sumar los tres puntos», reconocía el jugador rojinegro, que al igual que el míster tampoco ocultaba que «el partido se nos puso muy complicado en la primera parte, pero con el trabajo de todos conseguimos sacarlo adelante, que era lo importante».