El Ayuntamiento de Alcorcón ha cedido un local a la Hermandad y Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de la Esperanza, después de que en junio de 2020 fueran expulsados del inmueble que tenían en el centro de la ciudad, también de propiedad municipal, y que se ha destinado a cantón de ESMASA.

El asunto tuvo revuelo y la Hermandad consiguió recoger hasta 21.000 firmas en contra de la decisión del Ayuntamiento, que no cejó en su empeño de expulsar del centro al colectivo religioso.

Ahora, este nuevo local se sitúa en la avenida de Las Flores, en San José de Valderas, y si bien «es grande», como reconoce la Hermandad en un comunicado, este inmueble se encuentra «a aproximadamente tres kilómetros de la Capilla, fuera de nuestro radio de acción social y lejos de donde desarrollamos nuestra labor».

Se quejan de que «es la única opción que nos han ofrecido» y denuncian que el existente en la calle Madrid, donde estaban antes y que iba a ocupar ESMASA, «sigue cerrado y abandonado».

La alcaldesa de Alcorcón, Natalia de Andrés, ha insistido este miércoles que «la cesión es voluntaria», y aunque cree que es una «buena solución», insiste en que «si consideran que no les interesa están en su libre opción de decidir que no lo quieren». Además que ha recalcado que «lo que no vamos a seguir haciendo es pagar a privados locales para la limpieza, como hacía el PP».