La victoria ante el Espanyol había abierto un pequeño resquicio a la esperanza para el CD Leganés, pero todo pasaba por encadenar un segundo triunfo consecutivo en Ipurua. Sin embargo, el conjunto pepinero solo pudo sumar un punto que en condiciones normales seguramente hubiera sido muy bien valorado pero que en la actual coyuntura sabe a poco o nada.

Y es que a tres jornadas de la conclusión del campeonato el ‘Lega’ mantiene la penúltima posición en la tabla con 29 puntos, a 6 del Alavés (que este viernes visita al Real Madrid), y a 7 de Celta y Eibar con tan solo 9 por disputar.

Los tres puntos que se ventilaban en Eibar eran, pues, vitales para el colectivo pepinero, pero el partido se consumió con escasas noticias ofensivas por uno y otro bando. Cierto es que en el caso del Leganés sus limitaciones ofensivas son más que evidentes, pero por momentos dio la sensación de dar incluso por bueno un empate que en términos prácticos le servía de muy poco en su agónica lucha por la permanencia.

De hecho, un remate de Aitor Ruibal en el primer tiempo que desvió a corner Dimitrovic con algún que otro apuro se tradujo en la ocasión más reseñable de los Aguirre a lo largo del duelo. Pero es que tampoco el Eibar puso en aprietos a Cuéllar, con la única excepción quizá de un cabezazo con cierto peligro de Kike García.

Rubén Pérez: «El punto no nos vale porque necesitamos sumar de tres en tres, pero lo que tenemos que hacer es pensar ya en el domingo; nos quedan tres finales y vamos a ir a muerte»

A la conclusión del encuentro, Rubén Pérez admitía que «el punto no nos vale porque necesitamos sumar de tres en tres, pero lo que tenemos que hacer es pensar ya en el próximo domingo», decía antes de recalcar que «nos quedan tres finales y vamos a ir a muerte a por ellas».

El calendario desde luego no ofrece tregua a los leganenses, que este domingo a las 19.30 horas reciben al Valencia en otro duelo a vida o muerte, ya que necesitan ganar y estar pendientes de otros resultados para seguir con vida. Y después tocarán el Athletic de Bilbao y el Real Madrid. Casi nada para cerrar la competición.