Dicen que a la tercera va la vencida y ya es oficial que el CF Fuenlabrada acometerá su tercer intento de ascenso a Segunda división. El incontestable triunfo ante el Unión Adarve (4-0) certificó a dos jornadas del final de la fase regular la clasificación matemática de los fuenlabreños para disputar el playoff, ya que aventaja al quinto clasificado en siete puntos cuando sólo restan seis en liza.

Como recordaba José Fran, firmante del último de los cuatro tantos al Unión Adarve, a la conclusión del encuentro, «nos hemos llevado tres puntos muy importantes que permiten cumplir el primer objetivo de la temporada», que no era otro que «clasificarnos para el playoff de ascenso», con el mérito añadido de que se logra por tercer curso consecutivo.

Esta clasificación matemática para luchar un año más por el ascenso es consecuencia directa de la fenomenal racha de resultados que ha encadenado el colectivo dirigido por Mere Hermoso en el tramo decisivo de la competición. Cinco victorias y un empate en los seis últimos compromisos ilustran la impoluta hoja de servicios que presenta el ‘Fuenla’, que además viene ofreciendo una descomunal rocosidad, ya que en este período del que hablamos ha marcado 11 goles recibiendo tan solo uno.

Pero es que, además de la buena dinámica del último mes y pico, hay otras dos estadísticas que llaman poderosamente la atención y que justifican igualmente la solvencia del equipo azulón. Una tiene que ver con su fortaleza en el Fernando Torres, donde no pierden desde el 7 de octubre del pasado año. A partir de ahí su balance es de once victorias y tres empates. Es decir, 36 puntos sobre 42 posibles. Casi nada.

Y qué decir de su entramado defensivo. Biel Ribas tan solo ha recibido 20 goles en los 36 compromisos disputados y ése es un dato que habla por sí solo de la efectividad de la zaga fuenlabreña independientemente de adversidades como la marcha del ‘Cata’ Díaz.

A POR EL PRIMER PUESTO

Y una vez conseguida la clasificación, el siguiente reto del CF Fuenlabrada consiste en acabar primero de grupo, lo que acarrea una enorme ventaja en la lucha por el ascenso. A dos jornadas del término de la fase regular y con cuatro puntos de ventaja sobre el segundo clasificado las cuentas están claras: un triunfo se traduce directamente en el primer puesto final al margen del resto de consideraciones.

La primera opción para conseguirlo se presenta complicada, ya que será este próximo fin de semana ante la Ponferradina -tercer clasificado- en El Toralín, mientras que la segunda sería en el Fernando Torres ante un Burgos que lo único que puede poner en juego es la típica honrilla y escalar algún puesto en la tabla.

El panorama parece, pues, propicio para los intereses fuenlabreños, pero Mere aleja cualquier atisbo de confianza «porque en el deporte cabe todo». No esconde el técnico, en cualquier caso, que «estar entre los cuatro primeros ya es un privilegio y ser primeros sería lo máximo porque te ofrece más ventajas para poder ascender».

«Si al final no pudiéramos ser primeros sería un contratiempo», admite, «porque ya nos hecho hecho a las expectativas de que lo podemos conseguir», si bien recalca que «somos respetuosos con la competición y si eso no se diese mentalizaríamos a la plantilla para afrontar lo que queda de la mejor manera posible».