La muerte súbita es el fallecimiento inesperado de una persona aparentemente sana y que se encontraba bien en las 24 horas previas al mismo. Entre el 70 y el 90% son consecuencia de problemas cardíacos. La muerta súbita afecta a unas 380.000 personas en Europa y EEUU cada año, entre el 0.1 y 0.2% de la población general. Son pocos los que consiguen sobrevivir sin secuelas.

Particularmente en España, se podría estimar que entre el 0,6% y el 1,2% de la población mayor de 40 años tiene un patrón electrocardiográfico asociado a mayor riesgo de poder sufrir una muerte súbita. Esto supone que hay 480.000 personas en riesgo de padecer esta patología.

Pero: ¿cómo se ha llegado a esta conclusión? ¿Existe la prevención? Son cuestiones que ha respondido a Al Cabo de la Calle la doctora Paula Awamleh García, directora junto a al jefe de Cardiología del Hospital de Getafe, Joaquín Alonso, del trabajo ‘Prevalencia de patrones electrocardiográficos asociados a muerte súbita en la población española de 40 años o más. Resultados del estudio OFRECE’.

Ellos han sido los encargados de dirigir a un equipo de nueve profesionales en esta iniciativa pionera en España y galardonada con cuatro premios (Premio al mejor artículo publicado en la Revista Española de Cardiología en 2017, el Premio Magda Heras a los mejores trabajos publicados en revistas cardiovasculares iberoamericanas en 2017, el Premio de la Sección de Cardiología Clínica y el Premio de la Sección de Electrofisiología y Arritmias).

Su trabajo arrancó en el año 2010 y hasta el 2012 se estudió a una muestra compuesta por 8.343 personas, escogidas al azar y provenientes de todo el territorio nacional. Más de la mitad de las personas estudiadas, un 52,4% fueron mujeres. De 2012 a 2014 se cotejaron todos los datos presentados, finalmente, en el Hospital de Fuenlabrada, donde se unificó toda su pionera labor en este campo.

“La idea, promovida por la Sociedad Española de Cardiología, era analizar en un principio la prevalencia de angina estable y fibrilación auricular. Era un trabajo tan bien hecho y diseñado que nos pareció que limitarnos a esa parte era un desperdicio. Por eso lo ampliamos a un análisis riguroso de todos los participantes y así detectar alteraciones en el electrocardiograma que pueden asociarse con un mayor riesgo de tener muerte súbita”, cuenta la doctora.

UTILIDAD

Para Paula Awamleh , este trabajo ha permitido “una aproximación de la dimensión real del problema. Hasta ahora en España no había ningún estudio que nos hablara de cuantas personas estaban afectadas. Ahora podemos saberlo y con qué patrones puede asociarse. Eso nos ayuda a ver qué personas están en riesgo y hacerle un seguimiento exhaustivo. Es un dato que hace que estemos más atentos a este paciente”.

El problema de la muerte súbita, según la especialista en Cardiología, “es que hay muchas causas. Las más frecuentes son el infarto de miocardio o las alteraciones de la estructura del corazón. Pero hay un pequeño grupo de enfermedades, que es lo que hemos estudiado, donde la estructura del corazón es normal y solo podemos identificarlo mediante un electrocardiograma alterado. Todo es normal y la única pista es el electrocardiograma. Estos últimos son los casos más aislados pero con más impacto mediático”, reconoce la doctora Awamleh.

PREVENCIÓN

Obviamente, nada en esta vida es predecible, pero bienvenido sea cualquier granito de arena que pueda ayudar a los 480.000 españoles en riesgo de padecer muerte súbita. Y en esto coincidimos con Paula Awamleh.

“No hay un método único para prevenir la muerte súbita. Todas las cosas que podamos hacer para prevenir la muerte súbita son unas herramientas muy valiosas y lo primero es conocer a qué enfretamos”, explica. En este sentido, Awamleh incide en que “una de las principales repercusiones de este trabajo es que una vez más se demuestra la importancia de la prevención. Estas enfermedades son detectadas mediante una prueba muy sencilla, el electrocardiograma, prueba que es realizada en el centro de salud o el hospital por muchos motivos. Son los médicos que valoran el electrocardiograma los que deben estar atentos y ser capaces de detectar estos trastornos”.

Este estudio, pues, no solo resalta la importancia de la prevención sino también la necesidad de invertir capital en auténticos héroes de nuestra sanidad como los que han trabajado en este pionero proyecto.