Jugadores del Getafe hacen 'piña' antes de un partido (foto: Getafe CF)

El Athletic de Bilbao y el Nuevo San Mamés no se antojan ni el adversario más idóneo ni el escenario más propicio para que el Getafe apruebe de una vez su gran asignatura pendiente, que no es otra que ganar en calidad de visitante por vez primera en lo que va de curso. Ambos se verán las caras este viernes (21.00 horas) en el duelo que abre la 29ª jornada del campeonato.

Será nada menos que el 15º intento de la temporada para el equipo azulón y alguna vez tiene que llegar el primer triunfo forastero, ya que de lo contrario puede verse abocado a un final de temporada tremendamente exigente, si es que no lo es ya de por sí. Sobre todo teniendo en cuenta que encadena cinco jornadas consecutivas sin ganar y su necesidad de sumar tres puntos de una tacada empieza a ser imperiosa.

Para añadir más complicaciones al asunto, todo hace indicar que ni Arambarri ni Maksimovic, dos jugadores esenciales en los planes del cuerpo técnico, podrán ser de la partida frente al conjunto rojiblanco por problemas físicos, así que Quique tendrá que hilar muy fino a la hora de elegir a sus sustitutos en un duelo de tanto calibre.

QUIQUE: «MARCELINO ES UN ENTRENADOR CONTEMPORÁNEO»

En la rueda de prensa previa al choque, Quique se deshacía en elogios hacia el técnico del conjunto rival. «Marcelino es un entrenador contemporáneo. Lleva en esto tanto tiempo como yo y hemos llevado trayectorias muy paralelas.  Es leal a sus sistemas y convicciones, es exigente y tiene buena capacidad estratégica. Me encanta», recalcaba, «porque le gusta tener todo bajo control y el Athletic es un fiel reflejo de su entrenador».

Entrando un poco más en el análisis del conjunto bilbaíno, el técnico azulón lo consideraba «un equipo muy intenso. Es una mezcla de Osasuna y de Valencia, una amenaza constante arriba y con mucha solidez defensiva. Sabemos lo que va a ocurrir y la exigencia a la que nos van a llevar».

Por último, y respecto a la racha del equipo sin ganar, Quique trataba de restarle trascendencia al subrayar que «no me preocupa porque sé cual es la dificultad en estos 10 o 12 últimos partidos. Ahora cada punto es oro porque es dificilísimo sumar y todo el mundo está apretado. Por eso, todo lo que sea sumar nos acerca al objetivo».