Este martes, 30 de junio, se reunían la alcaldesa de Alcorcón, Natalia de Andrés, y la concejala de Cultura, Sonia López, con una representación de la Hermandad y Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de la Esperanza, encabezada por la hermana mayor, Arantxa Álvarez. Todo ello, tras decidir el Gobierno municipal rescindir el contrato de cesión de un local en el centro de la ciudad, en favor de la hermandad.

La alcaldesa justificó esta decisión, de acuerdo a una cláusula del contrato, para poner el inmueble en disposición de ESMASA, que podrá utilizarlo como almacén y así paliar el problema de la limpieza de la ciudad. Eso a pesar de que el propio Ejecutivo defendía en el último Pleno que Alcorcón está más limpia que antes.

En rueda de prensa, Natalia de Andrés lanzó un mensaje de calma a la hermandad, asegurando que se les ofrecería una alternativa. Pero tras el encuentro, la cofradía mantiene que siguen sin recibir una propuesta «en firme» del Ayuntamiento.

«Tras una reunión de aproximadamente una hora han confirmado que será imposible que se nos ceda otro local en el centro, ya que nos los hay», han dicho en un comunicado representantes de la Hermandad del Nazareno.

Eso sí, reconocen que el Gobierno «se ha comprometido a estudiar algunas opciones en el municipio, pero siempre recalcando que no estará en la zona en que se encuentra la capilla o la parroquia, desdiciendo las palabras de la concejala de Hacienda, Candelaria Testa».

Por todo ello, desde la hermandad creen que la alcaldesa y su equipo «echan por tierra un gran proyecto sociocultural que apenas había comenzado a andar». Y es que fue en mayo de 2019 cuando se les cedió un inmueble que han reparado ellos mismo y del que ahora se tienen que ir por orden del Ayuntamiento.

Tras volver a reiterar que es una «injusticia», aseguran que seguirá «insistiendo por todas las vías legales», para que se revoque esta decisión.