La depresión en la que anda sumido el CD Leganés desde que arrancó la competición parece no tener fin. El equipo pepinero, concebido para opositar a recuperar la máxima categoría, pena sus males en la antepenúltima posición de la tabla y lo malo es que su presencia en puestos de descenso empieza a prolongarse en el tiempo como consecuencia de la concatenación de malos resultados (2 puntos de los últimos 15).

Pero más allá de los números en sí, lo peor son las sensaciones que empieza a transmitir un colectivo en el que las malas noticias se suceden casi sin solución de continuidad. La última, de una enorme repercusión mediática, ha tenido que ver con el episodio provocado por Borja Garcés al acudir a la boda de su hermano en Melilla la misma mañana del partido frente al Tenerife y pese a no contar con permiso del técnico, según explicó el propio Asier Garitano a la conclusión del encuentro.

«Me parece una aberración, una auténtica barbaridad», sostuvo el técnico antes de anunciar que «mientras yo esté aquí no volverá a vestir la camiseta del Leganés. No aceptó esas situaciones absolutamente a nadie porque es una falta de respeto a todos», subrayó Garitano al respecto. El club, entretanto, guarda silencio de puertas hacia afuera y estudia las medidas a adoptar contra el jugador.

UN INTERMINABLE PARTE DE BAJAS

Pero es que, además, el parte de bajas en el plantel blanquiazul es tan cuantioso que supone otro enorme quebradero de cabeza para el cuerpo técnico. A las conocidas lesiones de Bustinza, Omeruo, Quintillá, Doukouré, Avilés, Sabin Merino y Jon Bautista se sumó el pasado sábado la de Yoel Barcenas. Y a todas estas ausencias hay que añadir las del sancionado Rubén Pardo y el apartado Borja Garcés. Casi nada.

Y por si faltaba algo, este viernes aguarda el líder Almería en el estadio de los Juegos Mediterráneos. El ataque más productivo de la categoría (25 goles en 12 encuentros) frente a una de las zagas más vulnerables (17 tantos encajados) en un duelo que marcará sin duda el futuro inmediato del equipo pepinero. Un triunfo bien podría suponer un punto de inflexión en la trayectoria del ‘Lega’ dada la entidad del rival, mientras que una derrota es muy posible que echase el cierre a la segunda etapa de Garitano en Butarque.