Brutal subida del paro de enero en el conjunto de España. La mayor desde el año 2014. Lo que confirma que este 2020 no empieza nada bien para el empleo español. Ni tampoco para la economía, a la vista de la previsión del Fondo Monetario Internacional (FMI), que estima que este año creceremos al 1,6%. Por debajo de esa cifra, en vista de los antecedentes, España destruye empleo.

El que avisa no es traidor y ya se ha visto este enero. 244.000 empleos aniquilados. La mitad de lo que se generó en 2019. Y el primer dato oficial que se tiene desde que el Gobierno de PSOE y Podemos se puso la medalla de anunciar y aprobar la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) a 950 euros.

Solo en enero se han destruido 244.000 empleos, la mitad del que se generó en todo 2019 y el peor dato desde el año 2014

Por supuesto que es de justicia subir los salarios. Pero hay que leer la letra pequeña, pues tiene otras consecuencias más allá del anuncio ‘cool’. Esto supone, entre otras cosas, aumentar los costes de producción para el pequeño y mediano empresario. También para el grande. Pero nos centraremos en los primeros.

No olvidemos que son quienes generan trabajo en este país. No el Gobierno de turno. La labor del Ejecutivo es habilitar unas condiciones óptimas para que un particular se la juegue, apueste su patrimonio en una idea de negocio y trate de generar empleo y riqueza. Y en cambio socialistas y comunistas han empezado por el tejado.

¿Qué salario mínimo van a cobrar aquellos que tienen que ser despedidos porque el negocio no es rentable? El pequeño empresario/autónomo -ojo: dueño de una cafetería, floristería, panadería o ferretería, por citar algunos- no solo tiene que pagar esos 950 euros de brindis al sol, a los que se suman las cotizaciones a la Seguridad Social, actividades económicas y un sinfín más de barreras tributarias que hacen inviable no solo ya la contratación sino que, por ejemplo, de cinco o seis empleados haya que reducir a tres porque además el consumo se retrotrae.

Entramos en una espiral de sobra conocida que pilla al PSOE de nuevo en el Gobierno. Los tiempos de Zapatero, pero con Sánchez. Y éste, ni en plasma

Con lo cual, entramos en una espiral de sobra conocida -y olvidada a la vista del resultado electoral de noviembre de 2019- que pilla de nuevo al PSOE -esta vez con Podemos- en el Gobierno. Los tiempos de Zapatero, pero con Sánchez. Eso sí, éste último ni en el plasma.

Y añadan a la ecuación veinte ministerios, cuatro vicepresidencias y un 40% más de altos cargos y asesores con grandes sueldos. Hay que colocar a los ‘amiguetes’ del partido antes de que la cosa se ponga fea. Pero es que este enero la situación ya es azul oscura casi negra. Y se venía avisando desde hace más de un año.

Vale que tradicionalmente es un mes con repunte del desempleo. Pero insistimos: desde 2014 no subía así. Y no vale la coyuntura internacional. La idiosincrasia de este país hace, como dice el FMI, que aun creciendo al 1,6 se destruya empleo. Y a partir de ahí, como un castillo de naipes, se desploman el resto de variables económicas.

Primer aviso y serio. Sin trabajo, no hay salario mínimo que valga. Y los autónomos y parados ya están con la soga al cuello. España: a un paso del patíbulo.