Le ha costado quizá más de lo esperado debido a las adversas condiciones meteorológicas que se ha encontrado en varios momentos de la travesía, sobre todo a su paso por Galicia, pero Juan Félix Bravo llegó este martes a Port Bou completando de este modo los más de 3.300 kilómetros del recorrido de la I Vuelta Ibérica en moto de agua.

El piloto fuenlabreño, que partió desde Irún el pasado 22 de septiembre, ha necesitado 17 días de singladura para completar este desafío de carácter benéfico, ya que su objetivo era colaborar con las asociaciones Ecomar y Menteazul y para ello ha contado con el apoyo de varias empresas y particulares que han aportado su granito de arena.

“Ha sido una aventura extrema donde las haya”, señalaba Juan Félix en declaraciones a Al Cabo de la Calle poco después de finalizar este reto, “que me ha puesto a prueba tanto física como mentalmente al tener que estar pendiente de tantos detalles”.

Es por eso que uno de los factores claves para culminar con éxito este proyecto ha sido la concentración. “No he podido bajar la guardia en ningún momento para poder completar tantos kilómetros. Ha habido días de mucho frío, de niebla, de todo lo que os podáis imaginar, pero ha valido la pena”, recalcaba con la voz aún fatigada.