Julio Martín, vecino de Humanes que ejerce como agente de Policía Nacional en Leganés, completó el pasado fin de semana los 100 kilómetros de la Transilicitana celebrada en la localidad alicantina de Elche para dar visibilidad al síndrome de Angelman que sufre la pequeña Jimena.

Aunque lo de menos era el tiempo empleado, Julio invirtió 17 horas, 43 minutos y 35 segundos en cubrir el exigente recorrido diseñado por los organizadores de la prueba. «Ha sido más duro de la esperado», señalaba en declaraciones a Al Cabo de la Calle, «porque llegaba un poco lesionado, pero es que además sobre el kilómetro 30 metí el pie en un hoyo y todo se complicó todavía más», relataba.

En cualquier caso, y pese a confesar que «al golpear las piedras en las bajadas se me partieron cuatro uñas del pie derecho y tres del izquierdo», dejaba bien claro que «nunca pensé en abandonar. No me hubiera retirado por nada del mundo porque tenía un reto que cumplir», recalcaba sin ocultar que perdió tres kilos de peso en el transcurso de la carrera.

Ese reto era dar la mayor visibilidad posible al síndrome de Angelman que sufre Jimena, la niña de 18 meses por la que decidió participar en esta prueba, y cree que el objetivo se cumplió con creces «porque así me lo dijo muchísima gente que participó. Me hicieron un montón de fotos y el seguimiento a través de las redes sociales también fue enorme». Este lunes, cuando regresó a  la Comisaría de Leganés «todo el mundo me felicitó por el reto conseguido y la verdad es que me emocioné un montón».

Tampoco faltaron las felicitaciones de la familia de Jimena, «que siempre estuvo en contacto conmigo», algo que le dio muchos ánimos «porque la vida da muchas vueltas y esto que les pasa ahora a ellos me puede pasar en cualquier momento a mí». Tampoco dejó pasar la ocasión para felicitar a los organizadores de la Transilicitana, «que han hecho un trabajo magnífico y han estado en todo momento pendientes de los participantes».