Esta semana han arrancado las obras de reparación del emblemático reloj del Ayuntamiento de Leganés. Un cambio de imagen por seguridad, que durará en torno a un mes, según precisan desde el Consistorio.

Y es que se están sustituyendo las piezas de alabastro por otras de vidrio serigrafiado, puesto que estaban fracturadas y su caída suponía un importante riesgo para los viandantes.

«Los técnicos han determinado que el vidrio mantendrá el aspecto original de la fachada y soportará mejor los cambios de temperatura y humedad que el alabastro», explican desde el Ayuntamiento de Leganés.

Así, las nuevas placas de vidrio conservarán la transparencia parcial de la fachada hacia el interior del edificio, con la esperanza de que en un mes concluyan los trabajos, ejecutado por la empresa pública EMSULE.