Los presupuestos de España, en manos de los herederos de ETA. Suena duro, ¿verdad? Pues es así. El actual Gobierno de España, el de PSOE y Podemos, ha depositado el futuro de la economía española en Bildu.

Y dirán: “Bildu no es ETA”. Claro, por eso homenajean a los presos acercados por Marlaska, el presidente Sánchez les da su pésame por el suicidio de un terrorista y uno de sus cachorros, el diputado Arkaitz Rodríguez, viene a Madrid a “tumbar el régimen”, tras ser condenado a 8 años por pertenecer a la banda armada.

Recordaba Ramón Jaúregui, histórico socialista, que a los terroristas les decíamos: “haced política, no matéis”. Y añadía que: “otra cosa es pactar con quien no ha hecho un recorrido ético”. Eso que brilla por su ausencia en el Ejecutivo. Un PSOE que ha desarrollado un vínculo afectivo con quien, no hace tanto tiempo, asesinaba, secuestraba y extorsionaba.

Una ficha más a añadir, en el cajón de la vergüenza de este país.