Los ayuntamientos de Alcorcón, Getafe, Fuenlabrada, Leganés, Pinto, Moraleja de Enmedio, Parla y Móstoles tienen en común, a parte de ser la referencia en el sur de la Comunidad de Madrid y englobar a cerca de 1,2 millones de habitantes, que todos ellos están gobernados desde el pasado mayo de 2019, por el PSOE. Alcaldes y alcaldesas socialistas que se han unido para poner en común las reivindicaciones de sus municipios y trasladarlas a la Comunidad de Madrid.

Así este martes, 3 de marzo, estos regidores mantenían en Getafe una reunión para aunar sus necesidades en un proyecto común en el que pedir al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso ejecutar los compromisos de la autonomía con el sur de la región. Y de paso insistir a la presidenta en reunirse con ellos tras más de seis meses gobernando desde la Puerta del Sol. “Más de un millón de habitantes se merecen el respeto de la Comunidad y no se merecen ser ignorados”, decía la alcaldesa de Alcorcón, Natalia de Andrés.

Sara Hernádez, por su parte, alcaldesa de Getafe y anfitriona de este encuentro, bautizaba el proyecto de cooperación como “el huracán del sur” que iba hacerse notar en la Comunidad de Madrid. Y además manifestaba que Ayuso parecía “sentir miedo ante los alcaldes y alcaldesas del sur” por no recibirles. “Somos reivindicativos y ponemos los intereses de nuestros municipios por encima de todo”, sentenciaba.

Mientras que el alcalde de Fuenlabrada, que también hablaba para los medios de comunicación, defendía la “identidad” de las ciudades del sur de Madrid. “Grandes ciudades que hemos generado una identidad y tenemos nuestras necesidades que tienen que ser atendidas”, explicaba Ayala.

Reivindico a la Comunidad de Madrid, que tiene siglas azules y naranjas, pero callo ante -por ejemplo- Fomento e Interior -en el caso de Pinto-, no vayan a soliviantarse Ábalos y Marlaska.

Y es verdad que razón no les falta a los alcaldes y alcaldesas reunidos y reunidas, unidos y unidas para un mismo fin. El sur de Madrid tiene su particular idiosincrasia y muchas de sus necesidades y problemas deben resolverse desde instancias superiores como la Comunidad de Madrid. Sanidad, educación, empleo, movilidad… Materias donde el Gobierno regional tiene mucho que decir y, sobre todo, hacer.

Esta especie de ‘rebelión’ reivindicativa del socialismo madrileño, en favor del sur y sus vecinos, sin embargo, pierde fuerza, credibilidad y cojea cuando sus legítimas demandas se enfocan solo al Gobierno de la Comunidad de Madrid -gobernada por PP y Ciudadanos- y ni se menciona, siquiera de refilón, al Gobierno de España regido por el PSOE.

Por ejemplo, uno de los problemas y gordos del sur es el Cercanías, y aquí la competencia es del Ministerio de Fomento que dirige José Luis Ábalos compañero socialista. Competencia si Venezuela le da su permiso, claro.

La presión del sur y sus alcaldes no puede quedarse solo en la autonomía. Hay que ir más lejos, porque esta falta de rigor hace que el proyecto de cooperación, loable y necesario, quede en la sempiterna lucha partidista. En un brindis al sol. Ese es el poso que deja. Reivindico a la Comunidad de Madrid, que tiene siglas azules y naranjas, pero callo ante -por ejemplo- Fomento e Interior -en el caso de Pinto-, no vayan a soliviantarse Ábalos y Marlaska.

Y mucho menos es creíble que alguien como Sara Hernández hable de defender los intereses del sur cuando preside la Mancomunidad, se pone detrás de las pancartas contra la ampliación del vertedero de Pinto -que repercute a toda la zona de la región-, pero no hace nada por evitarlo a la hora de la verdad. Con lo que mucho nos tememos que esta colaboración, como desgraciadamente siempre ocurre, acabe siendo otro globo rojo que se desincha.