Se van a cumplir dos meses desde que el Ayuntamiento de Madrid gobernado por Manuela Carmena instaló los polémicos semáforos de la A-5. Y decimos polémicos porque desde que se instalaran en el tramo de entrada a la capital, a la altura de Aluche, no han dejado indiferente a nadie. Sobre todo a los conductores que, de forma generalizada han rechazado su puesta en funcionamiento.

Cada vez son más voces las que claman contra esta sin razón política que está generando el más absoluto caos en hora punta en la A-5. Como era de esperar, las retenciones se han disparado. El propio Ayuntamiento de Madrid contemplaba que los atascos iban a incrementarse un 350% y ahora, un mes después de su entrada en vigor, la Comunidad de Madrid ha estimado que las retenciones han crecido un 300%. No solo eso, sino que el gasto en autobuses se dispara en cinco millones de euros y aún así estos no pueden llegar con la puntualidad deseada.

Desde que hace un año el Ayuntamiento de Madrid anunció que instalaría estos semáforos, el PP de la Comunidad fue el primero en movilizarse en contra. Manifestaciones e incluso una denuncia ante el Defensor del Pueblo fueron las acciones que los populares practicaron para mostrar su oposición. Luego Ciudadanos se sumó a la protesta y los dos partidos han coincidido en que la movilidad y el respeto al medio ambiente pueden ir de la mano si se soterra la vía en el tramo de entrada a la capital por la A-5. Algo parecido a un Madrid Río que beneficiaría a los vecinos del sur de Madrid.

El PSOE de Alcorcón se arrima así al árbol que mejor sombra da en vista a que las elecciones municipales y autonómicas están a la vuelta de la esquina

Tanto Ahora Madrid -en el poder de la capital- y PSOE rechazaron y rechazan esta propuesta. Los dos partidos siempre han ido de la mano en el tema de los semáforos de la A-5. De hecho el concejal socialista, Chema Dávila, llegó a llamar “apocalípticos” a los ediles de PP y Ciudadanos. Si bien es cierto que meses más tarde de esta formación y coincidiendo con la puesta en marcha de los semáforos se tuvo que enmendar a sí mismo.

Un oportunismo, viendo las orejas al lobo, que han practicado también en las filas socialistas de Alcorcón, que después de presentar en el Pleno una moción donde piden la retirada de los semáforos, ahora su portavoz y candidata, Natalia de Andrés, lleva una queja directamente al Defensor del Pueblo. Alucinante. Cuando fue el PP quien en noviembre del pasado año ya presentó una queja en este sentido ante este órgano constitucional.

El PSOE de Alcorcón se arrima así al árbol que mejor sombra da en vista a que las elecciones municipales y autonómicas están a la vuelta de la esquina. Menuda desfachatez y que ejercicio de oportunismo político más evidente.

Los conductores -más de un millón de la zona sur de Madrid- están que trinan con los semáforos de la A-5 y son un nicho de votos muy atractivo para los partidos políticos. El PSOE quiere pescar ahí pensando que el ciudadano no tiene memoria o que ésta es selectiva. Sin embargo la hemeroteca está ahí, y cuando ha habido que presionar a Madrid para que no ponga en práctica esta decisión totalitaria, el PSOE no ha dicho ni mu. Solo se ha subido al carro de la crítica en el último minuto. Un oportunismo sonrojante que deja, una vez más, en evidencia a la actual dirección socialista de Alcorcón.