Foto; UEFA Euro 2020

Por si no había quedado suficientemente claro en su eliminatoria de octavos frente a Francia, España ha sabido este viernes cómo se las gastaba Suiza en esta Eurocopa, de la que se ha despedido plantando cara hasta el último aliento, concretamente hasta el quinto lanzamiento de la tanda de penaltis, en el que Oyarzabal ha acabado con la numantina resistencia del combinado helvético -en inferioridad desde el 76′- y especialmente de Sommer, que ha vuelto a completar una extraordinaria actuación.

Curioso que el desenlace no haya llegado hasta los lanzamientos desde los once metros cuando la selección parecía haber encarrilado el duelo a las primeras de cambio. Un lanzamiento de Jordi Alba tocaba en Zakaria y se colaba en su propia portería cuando apenas se habían consumido 7 minutos,

El asunto se ponía de cara y la lesión de Embalo (22′) parecía allanar todavía más el camino, sobre todo teniendo en cuenta que el dominio de la ‘roja’ en el primer acto ha sido indiscutible, por más que el balance de ocasiones claras no haya estado a la misma altura.

Suiza apenas había dado señales de vida en ataque, pero sí había ofrecido sobradas muestras de la fiabilidad de su retaguardia. Tras el descanso, sin embargo, ha dado un paso adelante más o menos decidido y ha incrementado exponencialmente su presión, lo que le ha permitido forzar varios saques de esquina y crear alguna que otra ocasión que apenas ha sobresaltado a Unai Simón.

Todo ha cambiado, sin embargo, a veinte minutos el final. Freuler ha sacado partido de una falta de entendimiento entre Laporte y Pau Torres, se ha internado en el área y ha cedido atrás para que Shaqiri marcase a placer.

La cosa no pintaba nada bien para los de Luis Enrique, que no daban con la tecla para horadar el entramado suizo, si bien la expulsión de Freuler por una dura entrada (76′) ha venido como anillo al dedo para recuperar la iniciativa y emprender una incesante labor de asedio que no ha tenido traducción en el marcador porque la pólvora del combinado nacional estaba esta vez empapada y no ha habido manera.

ATRINCHERADOS EN TORNO A SOMMER

Sobre todo en la prórroga, en la que Suiza se ha atrincherado en torno a Sommer y ha resistido aferrada a la eficacia de su zaga y a la monumental faena de Sommer, que las ha sacado de todas las formas y colores, especialmente en una serie de remates de Dani Olmo, Gerard Moreno y Oyarzabal que se han encontrado en última instancia con las manoplas del excelente cancerbero helvético.

Total, que nos hemos plantado en la prórroga y a la selección no le llegaba la camisa al cuerpo, entre otras cosas porque a nadie se le escapaba lo que había ocurrido en la tanda frente a Francia y que se la jugaban frente a todo un especialista que además había estado inconmensurable en los 120 minutos de juego.

Por si no fuera suficiente mal augurio, Busquets estrellaba en el palo el primer lanzamiento y Gavranovic convertía el suyo. La cosa se ponía realmente fea, pero Dani Olmo marcaba el segundo y Unai Simón empezaba a ganarse el sueldo deteniendo el de Shar. Aparecía entonces de nuevo Sommer para atajar el de Rodri, pero Unai estaba ya desatado y desbarataba también el de Akanji. La cosa estaba como al principio y Gerard ponía el viento a favor transformando el cuarto. Vargas, por su parte, enviaba el suyo a las nubes.

La resolución quedaba, pues, en las botas de Oyarzabal y el realista, con su proverbial maestría en este tipo de lance, colocaba el balón lejos del alcance de Sommer para tumbar definitivamente a la correosa Suiza y meter a España en las semifinales del próximo martes, donde se verá las caras con el ganador del duelo entre Italia y Bélgica.

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