Foto: UEFA Euro 2020

Una tanda de penaltis le dio a España el pase a las semifinales de la Eurocopa frente a Suiza y otra la ha privado de acceder a la gran final al sucumbir ante la selección italiana, que se ha mostrado más certera desde los once metros. Los fallos en el lanzamiento de Dani Olmo y Morata han sido aprovechados por el combinado transalpino para certificar su pase a la final del domingo tras un encuentro tremendamente igualado en el que Chiesa adelantó a los de Mancini y Morata estableció el empate.

Fiel a su ideario, Luis Enrique también alteró en esta ocasión su formación inicial respecto al anterior compromiso. En esta ocasión recuperó a Erick García como pareja de Laporte en el eje de la zaga y sorprendió con la entrada en escena de Oyarzabal en detrimento de Morata, hasta entonces titular indiscutible.

Y salvo unos primeros compases de tanteo, Italia se cuenta bien pronto que la posesión iba a ser un coto exclusivo de la selección española, así que se fue replegando cual serpiente a la espera de encontrar el momento de inocular el veneno a su presa.

Pudo hacerlo en una contra que acabó con un remate al palo de Chiesa, pero su acción fue anulada posteriormente por un meridiano fuera de juego. España, por su parte, se sentía cada vez más cómoda con el balón, que supo mantener a buen recaudo para evitar los letales sobresaltos transalpinos.

Le faltó, en cualquier caso, el último pase para poner a prueba a Donnarumma, cosa que finalmente consiguió en el minuto 24, cuando Dani Olmo recibió un balón en el punto de penalti y al segundo intento logró dirigirlo hacia el marco italiano encontrándose con la férrea oposición del guardameta en forma de despeje.

Italia, que apenas había mirado de cerca a Unai Simón, lo hizo finalmente al filo del descanso en una jugada bien trenzada que completó Emerson con un zurdazo que acabó tocando el larguero.

GOLES DE CHIESA Y MORATA

A vuelta de pausa estuvo muy cerca de adelantarse España con un excelente disparo desde la frontal de Busquets que rozó el travesaño, pero fueron los de Mancini los que abrieron el marcador con una contra de las suyas que culminó Chiesa colocando un balón que había rechazado Laporte lejos del alcance de Unai.

El partido se ponía a pedir de boca para la ‘azzurra’, que suele manejarse a la perfección en estas lides y lo demostró durante muchos minutos, pero a diez del final Olmo encontró a Morata, que se plantó ante Donnarumma y le batió con enorme suficiencia para establecer el 1-1 que llevó a la prórroga.

La media hora añadida se saldó sin mayor novedad porque el cansancio se imponía ya a las ideas y las oportunidades brillaron por su ausencia, por lo que la eliminatoria se decidió en los lanzamientos desde el punto de penalti, donde Italia se mostró más acertada y certificó el pase a la final.