UTE PINTO

Las negociaciones entre el Ayuntamiento de Pinto y la UTE Valoriza-Gestyona para modificar el conocido ‘acuerdo del chivatazo’ se han roto. Hace poco más de una semana, la concejal de Hacienda y consejera delegada de Aserpinto, Consoli Astasio, representantes del resto de partidos políticos, así como los sindicatos de Aserpinto, el Comité de Empresa de la UTE y representantes de la propia Valoriza-Gestyona, acordaban en el Instituto Laboral de la Comunidad de Madrid suspender el ‘acuerdo del chivatazo’ y se daban hasta el 31 de mayo para renegociar las condiciones del mismo.

El ‘acuerdo del chivatazo’ es el pacto entre el Gobierno de Rafael Sánchez y los sindicatos de Aserpinto por el cual los trabajadores que denuncien formalmente ante el juzgado, con nombres y apellidos, presuntas irregularidades en el servicio de limpieza que presta la UTE Valoriza-Gestyona y sean despedidos por ésta podrían trabajar para Aserpinto. Eso sí, siempre que hubieran defendido los intereses del Ayuntamiento de Pinto. Un acuerdo duramente criticado por la oposición y la propia empresa, que lo había paralizado y se encontraba negociando con el Ayuntamiento los términos del mismo.

La concejala de Hacienda, Consolación Astasio, confía en retomar las negociaciones

Sin embargo, las conversaciones no han llegado a buen puerto y han fracasado. Así lo anunciaba el propio Consistorio a través de una nota de prensa, donde comunicaba que “tras las dos primeras citas, en la tercera, los representantes de la UTE decidieron de forma unilateral levantarse de la mesa de negociación”. Y ello, según el propio Gobierno local, debido a “las dos nuevas sanciones económicas de carácter grave que el Ayuntamiento va a imponer”.

En el comunicado de prensa, el Ayuntamiento de Pinto dice que los representantes de la UTE han argumentado “que ven mala fe en la actitud municipal”. Este periódico se ha puesto en contacto con representantes de la empresa privada que, por el momento, no ha querido hacer ninguna declaración pública, aunque no descartan expresarse en el futuro.
Por su parte, la consejera delegada de Aserpinto, Consolación Astasio, señalaba que “la negociación de este acuerdo va por una vía y las sanciones por mala práctica e incumplimiento del contrato van por otra”. Así, considera que “el Ayuntamiento no puede abandonar, aunque sea temporalmente, su labor de control sobre la UTE”.

En este sentido, Astasio confía en retomar las negociaciones- ahora a tres bandas entre Aserpinto, su comité de empresa y el comité de la UTE- para alcanzar un acuerdo “que contemple extender el ya obtenido en Aserpinto a la totalidad de los trabajadores de la UTE, y no solo aquellos que provenían de Aserpinto”.

SANCIONES

En lo que va de legislatura, el Ayuntamiento ha interpuesto dos sanciones económicas a la UTE (una de ellas grave) que penalizaron con más de 10.000 euros los incumplimientos reiterados en la calidad del servicio. En abril de 2016 hubo una segunda penalización de carácter grave (11.000 euros) y en septiembre de ese año dos más de carácter grave por 24.000 euros (12.000 euros por sanción). En mayo de 2017, con el salón de Plenos vacío y solo la presencia de concejales de Ganemos Pinto, se aprobó la primera sanción de naturaleza muy grave (20.000 euros) por acumulación de dos graves.