El periodo de descanso del partido del pasado sábado entre el Montakit Fuenlabrada y el Obradoiro fue aprovechado para presentar en sociedad a los integrantes de la escuela ‘Baloncesto sin rasgos’ que apadrina el jugador Chema González y que está formada por cerca de cuarenta jóvenes jugadores y jugadoras de baloncesto con discapacidad intelectual.

Todos ellos tienen muy presentes los valores de respeto, esfuerzo y compañerismo que definen el deporte de la canasta y disputaron un partidillo que hizo las delicias del público presente en el Fernando Martín, pero que por encima de todo supuso una experiencia muy especial para este grupo de deportistas.

En los días previos al partido, el propio Chema González explicaba que a través de esta escuela “intentamos ayudar a que desarrollen todas sus cualidades en torno al baloncesto. Que mejoren no solo las capacidades físicas, sino también habilidades sociales y muchos otros aspectos”, subrayaba el jugador aragonés, que recordaba que “yo tengo un familiar con discapacidad y es un trabajador nato. Hay que ver el ahínco y la efusividad con que hacen todo lo que proponen”, remarcaba Chema.