El Juzgado de Instrucción número 2 de Fuenlabrada ha condenado a dos meses de multa con una cuota diaria de seis euros a un apoderado de Unidas Podemos, por coacciones a un simpatizante de VOX, durante las pasadas elecciones generales del 10 de noviembre de 2019, en el CEIP Rayuela.

Según el fallo, el apoderado cogió una papeleta de VOX y la rompió. Cuando se le preguntó por qué lo hacía, respondió: «porque me da la gana, conozco la Ley Electoral y puedo hacerlo, he roto una papeleta de VOX para hacer una boquilla de un cigarro», y añadir que «no estoy de acuerdo con VOX, a VOX lo ataco».

De ahí que el juez entienda que «la conducta del denunciado integra el tipo penal de coacciones, pues con su actuar (…) intentó evitar el voto a un determinado partido de ideología completamente opuesta a aquel que resultaba apoderado, proceder éste totalmente reprochable desde el punto de vista penal, a la vista del tenor del precepto por el que se ha formulado la acusación”.

El concejal de VOX en Fuenlabrada, Carlos Martínez, ha manifestado que «un año después alguno entenderá, o eso esperamos, que la libertad ideológica no es un patrimonio de la izquierda y mucho menos de unas siglas que representan abiertamente lo más totalitario de la ideología: el comunismo”. Por eso espera que «el resto de fuerzas políticas de Fuenlabrada, incluso la organización de Unidas Podemos, reprocharán este gesto».

Martínez recuerda que «los hechos denunciados ocurrieron en presencia de un hijo menor de edad del denunciante». Si bien admite que «los apoderados de Unidas Podemos están en su derecho de que no les guste VOX, faltaría más», insiste en que «las actuaciones alejadas de los mecanismos democráticos se terminan pagando con sentencias judiciales en contra».

Así puntualiza que «es evidente que les cuesta entender mucho lo que significa la palabra libertad, porque la libertad no se tiene en los discursos se tiene en los actos. Y esa es una de las grandes contradicciones de su ideología».