Bea Varea y Mario Moreno son dos jóvenes que llevan buena parte de su vida vinculados al mundo del atletismo. Ella, de hecho, llegó a alcanzar resultados más que reseñables como un subcampeonato de España junior de 3.000 metros. Lejos de atenuarse, su temprana devoción por el deporte se mantuvo inalterable con el paso del tiempo y fue hace casi cuatro años cuando decidieron poner en marcha un proyecto, denominado ‘B&M Running’, que ha ido calando en dos de los nuevos desarrollos urbanísticos de Getafe y que ellos mismos detallaron durante su visita a la redacción de Al Cabo de la Calle.

“La idea surgió cuando nos cambiamos a vivir al barrio de Buenavista”, recuerdan, “y vimos que la gente corría sola. Entonces pensamos que si hubiera un grupo de corredores populares que nos pudiéramos juntar podríamos hacer barrio, conocer gente y motivarnos más a la hora de hacer deporte”, relatan antes de añadir que “este año hemos creado un nuevo grupo en Los Molinos después de que varios vecinos de la zona se pusieran en contacto con nosotros al conocer nuestra labor en Buenavista”.

En el caso de Bea todos los caminos apuntaban hacia este mundillo “porque todos mis hermanos han hecho atletismo y yo lo que he hecho ha sido seguir su estela”, mientras que Mario empezó “a los 8 años en las escuelas municipales de Getafe, me gustó y aquí sigo”. Ambos coinciden en que “toda nuestra vida ha estado vinculada al atletismo. Nos conocimos entrenando y nos gusta inculcar en la gente lo que nosotros hemos vivido”.

De ahí que surgiera B&M (Bea y Mario) Running, una realidad que a día de hoy cuenta conunos sesenta integrantes entre los grupos de Buenavista y Los Molinos”, especifican antes de precisar que “los lunes y los miércoles entrenamos en Los Molinos y los martes y los jueves en Buenavista. Y además hay entrenamientos dos sábados al mes, en los que intentamos juntar los dos grupos”. Y aclaran que “siempre adaptamos los niveles de cada persona a los entrenamientos, ya que hay gente que no había corrido casi nunca, pero también otra que lleva más tiempo y que prepara medias o maratones y requiere un trabajo más específico. Lo mejor”, recalcan, “es que al final entre todos se ayudan unos a otros”.

Y dejan muy claro que “esto es un grupo popular y los entrenamientos no son a muerte. Cada uno tiene su trabajo y su familia y hay días de todo. Lo que ocurre es que correr de esta manera viene muy bien para desconectar”. Precisamente por ahí pasa uno de los principales beneficios que aporta el proyecto que abanderan, “ya que el running socializa mucho, sobre todo en un barrio nuevo donde la gente no se conoce, como es el caso. Y luego está la salud, ya que este deporte evita la vida sedentaria”

El pasado año dieron, además, otro decidido paso adelante al organizar su primera carrera dentro del programa de actos de las Fiestas del Sector 3. “La gente del barrio nos lo venía pidiendo”, se justifican, “y aunque sabíamos que era difícil organizar un evento de este tipo, decidimos hacerlo. Hubo un curro muy importante detrás, pero acabamos muy contentos porque la gente nos dijo que había estado muy bien”. De hecho comentan que “tuvimos incluso que cortar la inscripción” -finalmente fueron 110 niños y 285 adultos– “para garantizar la seguridad y el buen funcionamiento a nivel organizativo”.

SORTEAN COMO PUEDEN LA FALTA DE FACILIDADES DESDE EL AYUNTAMIENTO

Como quiera que la inmensa mayoría de los componentes del ‘B&M Running’ compagina los entrenamientos con el trabajo o los estudios, las sesiones de lunes a jueves arrancan a las 20.30 horas, un horario que facilita la asistencia pero que a su vez está implicando una serie de trabas por la falta de facilidades que se están encontrando desde el Ayuntamiento.

“Uno de los principales problemas que tenemos es que tanto en Buenavista como en Los Molinos antes de entrenar las mochilas y las ropas las tenemos que dejar en el maletero del coche porque no disponemos de algún pequeño local para ello. Solicitamos uno en el centro social de Buenavista”, detallan, “pero nos dijeron que estaba saturado y que no teníamos ninguna opción”.

Más grave aún es lo que ocurre con el uso de las pistas multideportivas en las que suelen estirar antes y después de los entrenamientos “y de las que nos han echado varias veces porque dicen que tienen que cerrar. Creemos que en ese sentido podrían actuar de otra manera”, lamentan, “porque al final lo que estamos fomentando son hábitos saludables”.

A largo plazo también les gustaría “tener un club federado”, si bien son conscientes de que “supone mucho jaleo y el problema fundamental es económico, como para casi todo. Crear estos grupos ha sido todo un logro porque somos como una pequeña familia y estamos contentísimos”, subrayan, “así que pase lo que pase en el futuro lo que no queremos perder es esa esencia”.