El Getafe logró salvar la categoría en la última jornada del campeonato gracias a su empate sin goles en Valladolid y llega el tiempo para la reflexión tras una temporada en la que el equipo azulón no se ha acercado ni de lejos a los objetivos marcados cuando arrancó el curso. Tanto es así que hasta el pitido final de Munuera Montero en el Nuevo Zorrilla se estuvo coqueteando con un descenso que finalmente fue para el conjunto pucelano.

Nada más acabar el encuentro el presidente del Getafe, Ángel Torres, no ocultaba en declaraciones a DAZN que «nos estábamos jugando mucho», pero apuntaba que «ha merecido la pena sufrir tanto» y destacaba por encima de todo «el apoyo de la afición durante todo el año. Después de todas las calamidades que hemos pasado, creo que nos hemos merecido estar en Primera», remarcaba.

El buen sabor final que acababa de dejar la continuidad en la máxima categoría no era óbice para que el dirigente azulón entonara una suerte de ‘mea culpa’ y admitiera abiertamente que «posiblemente me haya equivocado demasiado y lo que tengo que hacer es corregir muchas cosas y seguir adelante», subrayaba.

«Vamos a ver ahora con Pepe si va a seguir, que yo espero que sí, el próximo año de cara al nuevo proyecto»

Y de cara al futuro inmediato la prioridad pasa indiscutiblemente por retener a Bordalás. «Vamos a ver ahora con Pepe si va a seguir, que yo espero que sí, el próximo año de cara al nuevo proyecto», indicaba Torres, que considera al técnico levantino «como un hermano» y recordaba que «cuando lo llamé había que estar loco para coger un equipo a siete jornadas del final y en puestos de descenso».

Bordalás, por su parte, explicaba que «esta temporada no pensaba entrenar, pero me llamó el presidente y viene para ayudar e intentar conseguir la salvación, que estaba muy complicada», por lo que una vez conseguida se declaraba «muy feliz» y daba las gracias «a los jugadores, que han tenido un comportamiento ejemplar, y a mi cuerpo técnico».

En lo tocante a su posible continuidad en el Getafe, se limitó a conceder que «todos sabéis que esta es mi casa y que tenemos una relación que va mucho más allá de presidente y entrenador. Somos amigos», insistía, «aunque ahora es momento de celebración y no ir más allá».